Roma ha dado el primer paso para la futura beatificación de Marta Obregón de 22 años, burgalesa y de profesión periodista, la noche del 21 de enero de 1992 no llegaba a su casa a las diez de la noche, puntual y tarareando, como siempre acostumbraba. Ese día era la festividad de Santa Inés, otra mártir que también murió el siglo IV, por defender su fe y su pureza. Esta joven periodista conocía bien la historia de aquella santa. Aunque nunca podía imaginar que fuera a "marcar su destino", al ser asesinada esa misma noche vilmente por unos cobardes.
"Marta atraía como un imán. Entraba en un sitio y hacía relaciones al instante", recuerda su novio, Javier.
"Hacían una bonita pareja", recuerda su madre. Pero ella "llamaba la atención". Guapa y elegante, medía 1.75 y pesaba 65 kilos. Simpática, dinámica, comunicativa, pero sin alardear de sus cualidades.
"La vida es genial, Cris, pero más corta de lo que pensamos", le había dicho hacía pocos meses, a una amiga en una carta que le escribía, desde un retiro espiritual en Taizé, al oeste de Francia. No sabía cuánta razón tenía.
Ana Carmen Trujillano
No hay comentarios:
Publicar un comentario