domingo, 10 de agosto de 2008

Un año dorado para el ciclismo español


La victoria Samuel Sánchez en la prueba de ruta de los Juegos de Pekín con meta en la mítica Gran Muralla corona un año dorado del ciclismo español, que se ha bañado en oro con los triunfos de Alberto Contador en el Giro de Italia y de Carlos Sastre en el Tour de Francia.

Sánchez, que recibió la medalla con lágrimas en los ojos, sorprendió relativamente al mundo ciclista, pues el equipo español era el gran favorito para hacerse con el título olímpico, aunque los dedos apuntaban a Contador, Sastre y especialmente a Alejandro Valverde, la joya ibérica de las dos ruedas.

El equipo español llegó a su expedición de Pekín como favorito por la calidad de cinco hombres, entre los que también estaba el tres veces campeón mundial Óscar Freire, al que no le sentaba nada bien el recorrido de 245,2 km con subidas y bajadas, poco apto para un velocista de pura raza.

"Es como un sueño. Todavía no puedo creer que haya ganado la medalla dorada. Es algo que está fuera del mundo", dijo Sánchez, quien llegó de 'rebote' a Pekín tras el accidente de Óscar Pereiro en la ronda gala, que había ganado el año anterior.

Alberto Contador, señalado como el heredero del estadounidense Lance Armstrong, había iniciado el suceso de 2008 terminando el Giro vestido de rosa, tras convertirse en un gran cronometrista y un mejor escalador. Meses después, Sastre regaló la tercera victoria seguida española en el competición de ciclismo más prestigiosa del planeta, llegando de amarillo a los Campos Elíseos de París, tras un Tour que había arrancado con victoria española en la primera etapa, con las aceleraciones cuesta arriba de Valverde.

La montada de Sánchez, de 30 años, al primer escalón del podio de los Juegos, en una prueba durísma por la polución y altísima humedad (90%) que llevó a varios rodadores a abandonar porque "no se podía respirar", confirma que España tiene un equipazo, el más completo del planeta. "El calor y la humedad fueron extremos. Había sólo cinco corredores por equipo y tiramos todos en el frente como una sola unidad", comentó Sánchez. "¡Esto es para España, es un triunfo de todos los españoles!", fueron las primeras palabras de un emocionado Sánchez tras cruzar la meta.

Los españoles tienen un velocista impresionante como Freire, un especialista en clásicas como Valverde, que además figura como número uno del mundo en el ránking de la UCI, un Sastre capaz de asumir el liderazgo con un conjunto con varios jefes de fila como el danés CSC y un Contador que también se puede disfrazar de gregario, como lo hizo este sábado para ayudar a la formación.

Sánchez era el de menos pergaminos entre es póquer de ases y al final se bañó en oro, dándole a España su primera dorada en Pekín. "Conservé mis piernas en la vuelta final y siento que para mí es como una victoria de todo el equipo", dijo Sánchez, cuyo principal brillo de palmarés eran dos victorias en la Escalada a Montjuic.

España parece intratable, pero aún podría ponerle broche de oro al 2008. Todavía queda la Vuelta a España y Contador, que la ha hecho su prioridad desde que fue dejado fuera del Tour-2008, irá por la triple corona de Grandes Vueltas. "He ganado el Tour y el Giro y si consiguiera un triplete sería algo histórico", había adelantado Contador, que podría ponerse a la altura de Eddy Merckx, Jacques Anquetil, Felice Gimondi y Bernard Hinault, e incluso superar a Miguel Indurain, el 'dios' del ciclismo español del pasado.

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