Fuentes cercanas al siniestro dicen que la víctima estaba ebria y cruzó por un lugar indebido
"Estuve bebiendo alcohol en la casa de mi amigo Julio, en Aguadulce, desde las 11:00 hasta las tres de la mañana. Luego dejé de consumir hasta las siete, porque debía coger el coche para marcharme a casa". Minutos antes de ingresar en prisión, Samir Samadov, el joven acerbayano de 28 años que atropelló a una mujer a las siete de la mañana del pasado domingo, explicaba a El Almería su versión de los hechos. Según indica Samadov, circulaba con su Seat León de color burdeos por el carril de la derecha de la avenida Carlos III, cuando una mujer de mediana estatura se abalanzó sobre el vehículo, sin dejarle apenas tiempo para reaccionar. Fuentes cercanas a los hechos aseguran que la víctima deambulaba por la calle bajo los efectos del alcohol y que en el instante en que fue arrollada por el turismo de Samadov circulaba por un lugar indebido. "Iba 45 kilómetros por hora. Cuando la vi sólo pude dar un volantazo hacia la derecha. El impacto fue tan fuerte que destrozó la luna delantera de mi coche. Estoy seguro que si me hubiese sucedido por la mañana temprano recién levantado para ir a trabajar, habría sucedido exactamente lo mismo, se echó encima", detalla.
Entonces Samir bajó del coche para ayudar a la mujer y aunque no se movía, todavía respiraba. " A los tres minutos llegó la policía y me sometieron al control de alcoholemia. Di positivo; 0,70. Los taxistas dicen que la señora llevaba un buen rato dando vueltas de lado a lado por la carretera. No es una excusa, estoy muy arrepentido de lo que he hecho, pero como han dicho en otros medios de comunicación durante las últimas horas que me di a la fuga, no puedo permitir que me traten como a un asesino. Fue un accidente, no lo pude evitar y, por supuesto, que paré a socorrerla", concluye.
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