“Es mejor estar
aproximadamente en lo cierto que exactamente equivocado”. Las palabras del
economista John Maynard Keynes han servido a Luis Palacio, nuevo director del
“Informe Anual de la Profesión Periodística”, para explicar la dificultad de
aportar cifras exactas de un sector en el que hay disparidad de criterios hasta
para definir lo que es periodismo y quién es periodista.
LAEDICION.NET.-:/
Redacción.- Incluso así, la edición de 2012 del
anuario de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), que fue presentado en la
sede de la APM el 13 de diciembre, aporta las cifras más aproximadas, certeras
y, sobre todo, contrastadas del sector periodístico. El paro registrado de
periodistas en Andalucía ha pasado de 1.411 personas en 2011 a 4001 en 2012,
con un incremento por tanto del 184%. De esos parados en 2012, 1.409 son
hombres y 2.592 son mujeres.
Según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE), reflejados en el “Informe Anual de la Profesión Periodística 2012”, en septiembre de 2012, había 13.383 personas que demandaban un empleo como periodista en primera opción, frente a los 11.079 del mismo mes del año anterior, y 10.549 parados registrados como tales, frente a los 8.520 de septiembre de 2011. En ambos casos, el crecimiento en el último año ha sido superior al 20 %.
Según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE), reflejados en el “Informe Anual de la Profesión Periodística 2012”, en septiembre de 2012, había 13.383 personas que demandaban un empleo como periodista en primera opción, frente a los 11.079 del mismo mes del año anterior, y 10.549 parados registrados como tales, frente a los 8.520 de septiembre de 2011. En ambos casos, el crecimiento en el último año ha sido superior al 20 %.
Las cifras aportadas
son los demandantes y parados que especifican “periodista” como primera opción
de búsqueda de empleo, aunque son muchísimos más los que el SPEE cataloga bajo
la denominación “periodista”. “Entendemos que son las cifras que más se ajustan
a la realidad: no están incluidos los periodistas que creen que no van a
encontrar trabajo ya en esta profesión y los que no sitúan al periodismo como
primera opción”, explica Palacio, periodista experto en medios de comunicación,
actualmente editor de la web Digimedios y exdirector de las revistas
especializadas “Intermedios de la Comunicación” y “Noticias de la
Comunicación”.
En cuanto a
destrucción de empleo, desde mediados de 2008 hasta octubre de 2012, se han
visto afectados 6.393 empleos periodísticos en España, no solo de periodistas,
sino de trabajadores del sector en general. Se prevén otros 2.990 afectados en
las próximas fechas por negociaciones de expedientes de regulación de empleo
(ERE) y otros procesos de despidos que están en curso, como las de las
radiotelevisiones madrileñas y valencianas. “Son cifras mínimas y contrastadas
–aclara Palacio–, no nos cabe duda de que algunos despidos no trascienden”.
Para el director del Informe, el auténtico valor de estas cifras de destrucción
de empleo es de “carácter cualitativo”: afectan a toda España, de norte a sur y
de este a oeste, desde televisiones, radios, revistas hasta medios digitales.
“No hay ningún sector que no se haya visto afectado”, concluyó. Igualmente,
desde mediados de 2008, se ha constatado el cierre de 197 medios.
Cada vez hay más
periodistas autónomos y en gabinetes de comunicación
Para el “Informe
Anual de la Profesión Periodística 2012”, se han realizado dos encuestas: una a
2.397 periodistas de toda España y otra a 1.000 ciudadanos. En el primer caso,
de los periodistas que trabajan por cuenta ajena, se han obtenido un 59 % de
respuestas que trabajan en medios y un 41 % en gabinetes de comunicación. El
crecimiento de este colectivo “debe suscitar un debate en nuestra profesión”,
asegura Palacio. Y un 13 % de las respuestas fueron de autónomos, de los cuales
un 66% se vieron “forzados por la circunstancias” a serlo. “Cada vez es más
importante el colectivo de autónomos, y la vía del emprendimiento suele pasar
por ahí”, afirmó.
En cuanto a la
diferenciación por sexos, “sigue existiendo discriminación” en la profesión.
“Hombres y mujeres acceden por igual a la profesión, pero el porcentaje de los
primeros en puestos directivos triplica al de las mujeres”, zanjó.
Asimismo, tres
cuartas partes de los periodistas encuestados declaró haber sufrido presiones
en el ejercicio de su profesión y un 14 % se vio obligado a modificar el
contenido a menudo. “Un dato importantísimo”, recalcó Palacio, por la falta de
independencia que denota. Como consecuencia de ello, los periodistas se
suspenden así mismos (4,09) al valorar la independencia con que realizan su
labor.
“A pesar de los
pesares –ironizó Palacio–, el periodismo sigue siendo atractivo”. En el curso
2011-2012, las matriculaciones en licenciaturas y grados de Periodismo
crecieron un 2,5 %. En 2011, se licenciaron 2.659 personas. Y, desde 1976, se
han licenciado en Periodismo alrededor de 75.000 personas.
Paradójicamente,
dado que los propios periodistas se suspenden, la sociedad sigue confiando en
esta profesión y en sus profesionales, según la encuesta a los ciudadanos.
“Nosotros nos suspendemos, pero la ciudadanía nos otorga un aprobado holgado
(5,42). El 60 % cree que los periodistas influimos algo o mucho en los
distintos ámbitos de la sociedad”, explicó.
Según el director
del Informe, “nuestro trabajo en la era de internet no va a ser superfluo, ya
que la abundancia de datos no implica una vigilancia democrática”. “Serán
necesarios intérpretes”, y los periodistas son los profesionales mejor
preparados para las labores de selección, análisis, contextualización e
interpretación de la información.
Aun a sabiendas de
que la situación laboral es “muy mala”, los periodistas son “un colectivo
preocupado por su trabajo, con un grado de actualización de conocimientos alto”
y del que se reconoce su labor en la sociedad, por lo que “el mejor oficio del
mundo, como lo llamó Gabriel García Márquez, aún tiene mucho recorrido”.
Palacio coincide en
su vaticinio sobre el futuro de la profesión con Carmen del Riego, presidenta
de la APM, quien también presentó el Informe junto con Marisa Ciriza y David
Corral, vicepresidenta para Asuntos Profesionales y presidente de la Comisión
de Publicaciones de la APM, respectivamente. Del Riego reconoció que este
es “otro año negro para la profesión” y que la situación laboral no tiene visos
de mejorar pronto, pero lanzó otro mensaje positivo: cuando pase esta crisis
económica y la crisis estructural, “el periodismo seguirá muy vivo”.
OTRAS CIFRAS Y
DATOS DEL ‘INFORME ANUAL DE LA PROFESIÓN PERIODÍSTICA 2012’
Colectivos tras la
denominación de “periodista”
Junto al rol
tradicional de comunicadores e investigadores de la actualidad, han ido
surgiendo otros itinerarios laborales en los que las habilidades profesionales
de los periodistas son, asimismo, útiles: el principal es el de la comunicación
empresarial o institucional. Por ese motivo, en la encuesta sobre la que se
apoya este Informe se decidió estudiar de forma individualizada los diferentes
colectivos que existen tras la amplia denominación de “periodista”.
La importancia que
han ido adquiriendo los profesionales de la comunicación corporativa dentro del
colectivo periodístico queda reflejada en el hecho de que entre los que
trabajan por cuenta ajena, ya sea como periodistas o como personal de los
departamentos de comunicación de las empresas, el reparto entre ambos grupos
sería actualmente del 59 % y el 41 %, respectivamente. Casi la mitad de los que
trabajan en comunicación lo hacen desde hace menos de cinco años.
Se estudia también
el considerable peso que va adquiriendo dentro de la profesión el grupo de los
autónomos, un 13 % de los periodistas encuestados.
También se ha
investigado a los parados y a los jóvenes que buscan su primer empleo.
La parte central del
“Informe Anual de la Profesión Periodística 2012” se basa en una encuesta
contestada por unos 2.400 periodistas pertenecientes a las organizaciones de la
Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y del Colegio de
Periodistas de Cataluña (CPC).
Proceso de
digitalización
La industria de los
medios de comunicación se ha ido digitalizando progresivamente a lo largo de
las últimas décadas. Este proceso comenzó modificando los procesos
industriales, la pre-impresión y la transmisión de los materiales (textos y
fotografías). Era solo cuestión de tiempo que la digitalización terminara por
llegar a la fase en que las audiencias establecen contacto con los medios, y al
final, llegó, dando comienzo al proceso de transición de los medios desde el
mundo analógico al digital.
Esa transición está
provocando consecuencias en los cometidos que desarrollan los periodistas: los
que trabajan exclusivamente en soportes digitales representan ya un 22 % del
total, aunque todavía son mayoría quienes desempeñan su trabajo en medios
convencionales.
La transición a los
medios digitales se produce a mayor ritmo en el caso de los medios impresos que
en el caso de los medios audiovisuales. Eso muestra al menos el número de
periodistas que dentro de sus compañías trabaja indistintamente en los soportes
convencionales y en los digitales: el 22,9 % en los diarios, el 11,6 % en la
televisión, y el 8,2 % en la radio.
Ruptura del
equilibrio entre generaciones y falta de especialización
Los datos aportados
por los periodistas a través de la encuesta permiten constatar la falta de
renovación y el debilitamiento que están experimentando las redacciones y los
medios españoles. Pese a las constantes reducciones de empleo, el porcentaje de
los periodistas que declara haberse incorporado a su trabajo a lo largo del
último año no llega al 10 %, y es sintomático que el mayor porcentaje de
periodistas en activo lleve más de 15 años vinculado a la empresa en la que
trabaja. Si las empresas precisan, en términos generales, mantener un
equilibrio en sus plantillas entre generaciones experimentadas y nuevos
profesionales, los datos indican que en la industria de los medios ese
equilibrio no se está produciendo.
Por otro lado, se
constata la persistencia de la falta de especialización en el trabajo de los
periodistas españoles. Más de la mitad de los encuestados (52,7 %) declaró que
reparte su trabajo entre diferentes secciones, mientras que el porcentaje de
periodistas especializados es del 47,3 %. Esta realidad se acentúa si se tiene en
cuenta el sexo, con una mayor especialización de los periodistas varones (49,9
%) que entre las mujeres (44,8 %).
Los autónomos
La proliferación del
trabajo autónomo es tanto producto de la crisis y de los cambios organizativos
de las compañías de medios (una mayor subcontratación) como del propio
desarrollo empresarial de nuestro país, que genera oportunidades de trabajo
para entidades de menor dimensión. Así, junto al autónomo “obligado” por la
compañía, que condiciona la subcontratación a tener esa condición, se
encuentran otros muchos que ponen en marcha proyectos de nuevo cuño, basados en
pequeños equipos de trabajo, los denominados “emprendedores”.
El 13 % de los que
contestaron la encuesta trabajan como autónomos, casi la mitad de los cuales
adquirió esa condición en el último lustro, y un 66,4 % de ellos declara
haberse hecho autónomo obligado por las circunstancias.
La figura de
autónomo más habitual es el autónomo colaborador de varias empresas (49,7 %).
Los que declaran
tener un medio propio alcanzan el 15,1 % de los autónomos, si se les suman los
que tienen un medio o más en compañía de otros (7,7 %), el porcentaje alcanza
el 22,8 % de los periodistas autónomos.
Parados y jóvenes a
la búsqueda del primer empleo
La mayor parte de
los parados encuestados son profesionales que han perdido su empleo en empresas
periodísticas (67,5 %) y en menor medida (18 %), profesionales que trabajan en
comunicación corporativa. A esto no es ajena la especial virulencia de la
crisis económica en el sector de los medios de comunicación. Entre los
encuestados, el 47,5 % está parado desde hace menos de un año, pero es
significativo que un 25% lleve en paro más de tres años.
La dureza de la
crisis que vive el sector también afecta a los jóvenes periodistas que buscan
su primer empleo. La mitad de ellos (50,7 %) lleva entre 1 y 2 años buscando su
primera oportunidad, mientras que el 12,3 % lleva entre 2 y 4 años. Se trata de
un colectivo que observa el futuro con gran realismo, y por ello algo más del
60 % considera que será muy difícil encontrar trabajo. Mientras esa oportunidad
llega, más del 40 % ha optado por seguir mejorando su perfil profesional y
realizan cursos de posgrado y de idiomas.
Las condiciones
laborales
En términos
generales, puede afirmarse que para los trabajadores por cuenta ajena la
diferencia entre trabajar como periodista y hacerlo como profesional de la
comunicación corporativa es muy pequeña a nivel salarial. En ambos casos, el
grueso del colectivo percibe entre 1.000 y 2.000 euros mensuales (el 46,8 % de
los periodistas, y el 50,3 % de los profesionales de la comunicación). En el
caso de las retribuciones más altas, los periodistas salen ligeramente mejor
parados.
Los profesionales
autónomos, sin embargo, tienen un nivel retributivo inferior. Arrojan porcentajes
muy parecidos quienes perciben menos de 1.000 euros mensuales y los que se
encuentran entre 1.000 y 2.000 euros (31,5 % y 33,6 %, respectivamente).
Por lo que se
refiere a las condiciones de contratación, el porcentaje de trabajadores con
contrato indefinido es del 80,1 % en el colectivo de los periodistas y del 63,5
% en el de los que trabajan en comunicación corporativa. Una explicación a esta
diferencia podría encontrarse en la mayor tradición del trabajo periodístico,
muchos de cuyos empleos proceden de unos años en los que el contrato indefinido
era más habitual.
Interrogados acerca
del grado de satisfacción respecto a su trabajo, entre los tres colectivos en
activo –periodistas, profesionales de la comunicación y autónomos–, las
diferencias son pequeñas, si bien resulta significativo que sea entre los
autónomos donde se encuentra el porcentaje mayor de satisfechos, con el 59,4 %,
frente al 53,1 % de periodistas que están satisfechos con su trabajo y el 58,4
% de los profesionales de la comunicación.
No obstante, cuando
se pregunta acerca del grado de satisfacción con las condiciones laborales, hay
un mayor porcentaje de satisfechos entre quienes trabajan en comunicación
corporativa (52,4 %) que entre los periodistas (35,3 %)
El paro registrado
La primera y
principal dificultad a la hora de establecer en sus justos términos cómo está
afectando la crisis actual a la profesión periodística nace de la imposibilidad
de saber con una cierta precisión cuántos periodistas hay en nuestro país,
debido a la inexistencia de censos actualizados de los medios en
funcionamiento. En una estimación realizada en septiembre de 2011, el profesor
Bernardo Díaz Nosty calculaba, a partir de datos del SEPE (Servicio Público de
Empleo), el número de periodistas ocupados en los medios entre 20.500 y 24.600
en toda España.
El endurecimiento de
la crisis que viven los medios actualmente se ha traducido en un proceso de
destrucción de empleo que parece no tener fin. A este respecto, las cifras
facilitadas por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social (MESS) son
concluyentes, aunque los datos deben observarse con suma atención, ya que las
cifras del paro registrado como las de demandantes de empleo recogen, en el
apartado Periodistas, a aquellos que efectivamente lo son y a quienes pueden
serlo. No hay que olvidar que, hasta 2011, el número de licenciados en
Periodismo ascendía a 74.923, aunque, evidentemente, solo una parte de ellos se
dedicaban laboralmente a esta actividad.
Teniendo en cuenta
las anteriores consideraciones, y según la información del MESS, el paro
registrado en el colectivo de periodistas alcanzó, en septiembre de 2012, las
27.443 personas, triplicando prácticamente la cifra del mismo mes del año
anterior, cuando se contabilizaron 9.937. El paro entre las mujeres (64 %) casi
duplica al de los hombres (36 %). Esta cifra del paro registrado “bruta”, sin
embargo, queda matizada cuando se consideran también los denominados parados
registrados “en primera opción” (buscan trabajo de periodista en primera
opción), concepto que se acerca más al de periodista en ejercicio: 10.459 en
septiembre, un 22,8 % más que en el mismo mes de 2011.
El 56 % del paro
registrado de periodistas se concentra en Madrid, Andalucía y Cataluña.
Destacan los aumentos del paro periodístico registrados en Asturias (259 %),
Comunidad Valenciana (245 %) y Galicia (232 %); frente a Navarra (82 % de
incremento del paro), País Vasco (111 %) y Cantabria (123 %).
Principales
problemas de la profesión
El aumento del paro
y la precariedad laboral se sitúa, por primera vez, como el principal problema
de la profesión, y lo es para el 51,4 % de los periodistas encuestados. Les
siguen en orden de importancia: la mala retribución del trabajo periodístico
(12,3 %), la falta de independencia política y económica de los medios (11,4%),
la falta de rigor y neutralidad en el ejercicio profesional (7,1 %) y la carga
de trabajo y falta de tiempo para elaborar la información (5,8 %).
Respecto a cómo
afecta la crisis a su trabajo, el 70,7 % de los encuestados contesta que
“dispongo de menos medios económicos para mi trabajo”; el 65 %, que “me produce
inestabilidad, inseguridad”; el 57,8 %, que “tengo que realizar más funciones
que antes”; el 52,5 %, que “eliminaron colaboradores”, y el 42,5 %, que “tengo
menos tiempo para realizar mi trabajo”.
El 91 % de los
encuestados que trabajan en medios piensa que la actual crisis económica le
está afectando al normal desarrollo de su trabajo de periodista.
El 67,8 % de los
periodistas y el 58,1 % de los profesionales de la comunicación corporativa
declaran que durante los últimos cuatro años ha habido reducción general de
salarios en la empresa donde trabaja.
El 32,2 % de los
periodistas y el 11,1 % de los profesionales de la comunicación declaran que en
su empresa, en los últimos cuatro años, ha habido un Expediente de Regulación
de Empleo (ERE) con extinción de contratos; el 10 % y 3,1 %, respectivamente,
que ha habido un ERE temporal, y el 6,4 % y 2,1 %, que ambos.
Formación
profesional
En el curso
2011-2012, el número de matriculaciones en Periodismo, Comunicación Audiovisual
y Publicidad y Relaciones Públicas superó los 51.000 alumnos, de los que casi
19.000 correspondieron a Periodismo. Una parte de estos 19.000 estudiantes se
incorporará a los 74.923 licenciados en Periodismo que salieron de las
facultades universitarias entre 1976 y 2011, aunque solo una parte de ellos
trabaje en los medios.
En 2011 se
licenciaron 2.640 nuevos periodistas y en Comunicación Audiovisual, que también
aporta profesionales al periodismo, se licenciaron 2.107 personas.
Junto al
funcionamiento –o mal funcionamiento- del sistema de enseñanza reglado, cabe
destacar el alto grado de actualización profesional entre los trabajadores de
la información, como muestra el que el 80,5 % de los encuestados haya realizado
cursos después de concluir sus estudios profesionales. Esto parece indicar que
nos hallamos ante un colectivo en el que se han impuesto las tesis que
defienden que la formación es un proceso que se desarrolla a lo largo de toda
la vida profesional como consecuencia de los cambios permanentes que el avance
tecnológico impone al mercado en general y a la comunicación, en particular.
No es baladí que un
81,7 % de los encuestados se haya pagado de su bolsillo algunos de esos cursos
de actualización, frente a un 33,7 % de profesionales que mencionan que la
empresa en la que trabajan les ha pagado cursos. Los porcentajes de
profesionales que los han realizado son más altos en el caso de las mujeres y
en el de los jóvenes.
Planteamientos ante
el nuevo escenario digital
La expansión de
internet es, quizás, el cambio más importante entre los experimentados en los
últimos 20 años en los medios de comunicación; y esa expansión está alumbrando
tanto nuevas versiones de los medios tradicionales, como nuevas herramientas,
y, por qué no, nuevos medios de comunicación.
A este respecto, los
periodistas encuestados no albergan dudas sobre el carácter de aquellos
soportes que representan una renovación de los medios tradicionales. El 97,2 %
califica de medio periodístico los diarios digitales, y el 88,4 % lo hace de
los soportes en la web de los medios convencionales.
Sin embargo, cuando
se les interroga sobre otros modelos, como los blogs, los portales o las
plataformas de “microblogging”, el consenso desaparece. Los blogs solo reciben
la calificación de ser medios periodísticos por un 34,9 % de los encuestados;
los portales, por un 17 %, y las plataformas de “microblogging”, por un 16 % de
los encuestados.
Sí existe un acuerdo
bastante amplio al considerar que internet fortalecerá a la profesión
periodística, consideración respaldada por el 62,5 % de los encuestados; este
respaldo se acentúa entre los periodistas más jóvenes (67 % de los menores de
30 años).
Pero este respaldo
no está exento de crítica: entre el 80 % y el 90 % de los periodistas
encuestados sostiene que internet “permite que se confunda la opinión con la
información”, que “es más manipulable que otros medios” y que “se da demasiado
crédito al rumor; hay poca exigencia de calidad en la información”.
Casi dos tercios de
los periodistas encuestados para esta Informe respalda que la información en
internet debe ser de pago; pero hay que destacar que un nada desdeñable 35,5%
de los encuestados se manifiesta a favor de la gratuidad de la información.
La percepción
general de los periodistas es que, en los próximos años, los medios
principales, sobre todo los impresos, cambiarán sustancialmente. El 71,1 % cree
que se modificarán sustancialmente los diarios impresos y el 59,6 % cree que lo
mismo les ocurrirá a las revistas de venta en quiosco. Por el contrario, el
62,7 % de los encuestados piensa que mantendrán sus características actuales
las radios generalistas y el 51,2 % cree lo mismo de las televisiones
generalistas.
Opinión acerca de
las organizaciones profesionales y sindicales
Solo la prestación
de servicios de las organizaciones profesionales de periodistas (asociaciones
de la prensa y colegios) obtiene un aprobado (5,08 de nota media) en la
consideración del colectivo periodístico.
El tratamiento de
las cuestiones profesionales que hacen estas organizaciones recibe solo un 4,53
de nota media, y las negociaciones sindicales de convenios, ERE o condiciones
laborales, reciben un 3,16 de nota media por parte de los periodistas
encuestados.
Un 97,4 % de los encuestados
cree que las organizaciones profesionales deben asumir un papel más activo en
defensa de las condiciones laborales de los periodistas, y un 85,4 % considera
que las organizaciones profesionales deben participar incluso en los comités de
empresa para negociar los convenios colectivos y las condiciones laborales.
Destrucción de
empleo en los medios de comunicación en España (2008-2012)
Resulta difícil, si
no imposible, ofrecer una cifra del número de periodistas que han perdido su
empleo desde que comenzó la crisis por un cúmulo de razones. Primero: dónde se
sitúa el comienzo de la crisis, ¿en 2007?, ¿en 2008?; antes de esas fechas ya
se habían realizado importantes regulaciones de empleo (RTVE, por ejemplo, en
2006).
Además, establecer
el número de periodistas que han perdido su empleo es casi imposible porque las
informaciones que van trascendiendo son muy fragmentadas, hay reducciones de
empleo o cierres de medios que pasan inadvertidas y, además, cuando se conocen,
la cifra que aflora es la del total de trabajadores que pierde su empleo, y no
solo la de los periodistas. Por todo ello, empieza a ser más preciso referirse
a la pérdida de empleo en el sector de los medios y no a pérdidas de empleos
periodísticos.
Teniendo en cuenta
todo lo anterior, la destrucción de empleo ya consumada, desde mediados de 2008
hasta principios de noviembre de 2012, alcanza a 6.393 puestos de trabajo. Si
se añaden los 2.990 empleos que se perderán con toda probabilidad cuando
culminen las negociaciones de los ERE y recortes en marcha, se alcanzará,
presumiblemente, la cifra de 9.383 puestos de trabajo destruidos en los medios
españoles desde mediados de 2008.
Por tipo de medio,
esos 6.393 puestos ya desaparecidos se desglosan como sigue: diarios de pago,
1.805 empleos destruidos; televisiones, 1.399; revistas, 1.090; periódicos
gratuitos (diarios y de otra periodicidad), 553; radios, 304; digitales, 236;
agencias, 186, y aéreas corporativas de los grupos de comunicación y otros, 820
puestos de trabajo desaparecidos.
Entre 2008 y
principios de noviembre de 2012 han cerrado, como mínimo, 197 medios de
comunicación: 22 diarios, 132 revistas, 20 televisiones de todos los ámbitos, 4
radios, 10 gratuitos, 7 digitales, y dos agencias.
La industria de los
medios
El sector vive años
duros. En el ejercicio de 2011, el último del que se dispone información
completa, la facturación agregada de los medios (diarios, televisiones, radios
y revistas de quiosco) se redujo un 7 %, hasta los 6.558 millones de euros. Los
datos del primer semestre de 2012 apuntan a que el ejercicio en curso podría
ser todavía peor. Las televisiones y los diarios representaron el 85 % de la
caída de los ingresos del sector en 2011.
Entre 2007 y 2011,
es decir, entre el último ejercicio teóricamente bueno y el presente, la
facturación agregada de las televisiones, los diarios, las revistas y las
radios se redujo un 26 % al pasar de los 8.886 millones hasta los actuales
6.558 millones de euros.
La inversión
publicitaria total ha caído un 38 % en el periodo 2007-2011. Y entre 2007 y
2012, la publicidad institucional se ha rebajado un 63 %.
En cinco años
(2007-2011), se ha dejado de vender en los quioscos casi uno de cada cuatro
ejemplares de diarios de pago (-23 %) y la circulación de la prensa gratuita se
ha reducido a la tercera parte (-66 %).
Los ingresos de los
grupos de comunicación en España han descendido de forma importante en el
periodo 2007-2011: Prisa, -26 %; Antena 3, -21 %; Telecinco-Mediaset. -7 %;
Vocento, -25%; Unedisa, -20%; Godó, -28 %, y Zeta, -37 %.
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