LAEDICION.NET.-:/ Redacción A la salida de la sesión se produjeron insultos y casi se llega a las manos. Francisco Guil asegura que se está dividiendo al pueblo durante generaciones Crispación. Insultos. Nervios a flor de piel. Descalificaciones y tensión. Mucha tensión. Todo ello ocurría anoche, a última hora, durante y después del pleno del Ayuntamiento de Alhama de Almería en el que el equipo de gobierno encabezado por Cristóbal Rodríguez aprobaba, con el voto en contra del Partido Socialista presentar una querella criminal contra el ex primer edil Francisco Guil, toda su corporación, funcionarios públicos y personas físicas o jurídicas derivadas de la investigación por unos presuntos delitos de prevaricación, infidelidad en la custodia de documentos y malversación de caudales públicos.
Aunque en la sesión ordinaria la tensión se mascaba en el ambiente, fue al finalizar y salir a la calle cuando los insultos y los reproches a punto estuvieron de acabar en una pelea entre simpatizantes y militantes de PP y PSOE. De no ser por la intervención de la Policía Local, ágil y certera, a estas horas se podría estar hablando de un problema grave de orden público.
El alcalde planteó durante el transcurso del pleno, la propuesta que venía avalada por un dictamen de un abogado penalista de Almería, en el que se asegura que "puede haber presuntos delitos graves". Algo que el ex regidor Francisco Guil negó anoche con vehemencia. Incluso durante la celebración plenaria aseguraba que "la única pretensión del actual equipo de gobierno liderado por el Partido Popular es desviar la atención porque desde que están gobernando no han hecho absolutamente nada".
En palabras de Guil, "con la querella aprobada lo único que se va a conseguir es dividir a las familias de Alhama en los próximos días, meses, años y generaciones".
La tensión generada en el interior del salón de plenos se trasladó a la calle. Uno de los ediles del PP estuvo a punto de pegarse con otro del PSOE. Todo, según apuntaban testigos presenciales, porque un concejal socialista dijo que "como no nos podéis perseguir con las pistolas lo estáis haciendo de esta forma, crispando al pueblo. Nos estáis machacando cuando lo único que hemos hecho ha sido trabajar por Alhama".
El alcalde, al final de la sesión, trató de calmar los ánimos e incluso llegó a decirle a Francisco Guil que si no había nada punible, no tendría inconveniente en pedir disculpas.
El pleno, convocado para las nueve de la noche, se convirtió en uno de los más duros vividos en el pueblo. No cabía nadie en el salón de actos. La militancia socialista había convocado a los suyos. La militancia popular igual. Por eso, no fue nada extraño que amigos de toda la vida estuvieran a punto de llegar a las manos en la plaza del pueblo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario