martes, 11 de noviembre de 2008

"Almería, modelo en la lucha contra el cambio climático"

El estudio que ha dirigido el profesor Pablo Campra ha puesto de relieve la contribución de la agricultura almeriense al descenso en las temperaturas
La actividad de investigación que han realizado el profesor Campra y su equipo ha logrado individuar la incidencia real que tiene la agricultura intensiva almeriense en la climatología del Poniente, contribuyendo a la disminución del cambio climático.

-¿Cómo surgió la idea de esta investigación? ¿De dónde parte?

-La idea surgió al considerar la semejanza de esta superficie con los casquetes polares, al reflejar gran parte de la radiación solar que reciben (lo que hemos denominado como 'efecto albedo'). Este elevado albedo contribuye a enfriar las temperaturas y está disminuyendo peligrosamente en el ártico conforme los hielos van disminuyendo su extensión. Nos preguntamos si tendría el mar de plástico almeriense un efecto refrigerante similar sobre la comarca.

-Del estudio se desprende que a lo largo de 25 años la temperatura media del Poniente ha descendido 0,75 grados gracias a la cubierta de los invernaderos... ¿Cómo lograron determinar estos datos?¿Cuál fue la metodología que siguieron?

-Se analizaron los registros de temperaturas de las dos estaciones agroclimáticas del Campo de Dalias: la Mojonera (IFAPA, Junta de Andalucía) y Las Palmerillas (Fundación CAJAMAR). A partir de los registros de temperaturas máximas y mínimas diarias registrados durante los últimos 25 años, y tras un control de calidad y homogeneidad de los datos, se determinó la temperatura media para cada año. Finalmente, se calcula la tendencia en la serie de temperaturas medias anuales por regresión lineal. Los datos de las dos estaciones agroclimáticas se consideran como una misma observación por duplicado planteada para reducir posibles errores metodológicos o instrumentales en los registros climáticos y en ambos registros se detectó la misma tendencia de enfriamiento. El mismo procedimiento se aplicó a las estaciones control alejadas de los invernaderos, donde se confirmó el ya conocido calentamiento en el sureste peninsular.

-¿Cree que seguirá esta tendencia a la baja de las temperaturas? ¿Qué factores podrían influir?

-No podemos saberlo a ciencia cierta al carecer aún de un modelo físico-matemático del fenómeno. Nuestro estudio es exclusivamente empírico. En mi opinión, es posible que no continúe el descenso y que incluso se invierta la tendencia porque mientras continúan aumentando los niveles globales de gases invernadero, la superficie de invernaderos en el Campo de Dalías está estancada e incluso disminuyendo desde el año 2000. Pero aunque se inicie ahora una fase de calentamiento, habremos ganado un tiempo crucial de varias décadas para adaptarnos a temperaturas que ya se han alcanzado en nuestro entorno.

-Han estudiado también la vertiente de la disminución de C02 en la atmósfera gracias a la acción de los invernaderos?

-No, solamente hemos estimado una fijación bruta de CO2 anual de unas 10 toneladas por hectárea promedio aproximadamente, secuestradas entre producto y residuo. Es posible que la elevada actividad fotosintética en la zona esté contribuyendo a amortiguar el efecto invernadero del exceso de CO2 global, pero este caso está por investigar. Además el efecto depende del destino final de ese carbono fijado y de que no se reenvíe de nuevo a la atmósfera, por ejemplo incinerando residuos.

-¿En qué porcentaje incide el 'blanqueo' de los invernaderos?

-Según nuestros análisis de los datos del satelite Terra, el albedo o porcentaje de radiación solar reflejada al espacio desde los invernaderos es de un 28% de media anual, alcanzando en verano un máximo del 35%. Probablemente, y debido a la asimetría de la curva anual de reflectancia, el encalado estival de los invernaderos es responsable de estos máximos anuales.

-¿Cuáles son, en su opinión, los resultados más relevantes de este estudio?

-Uno, la detección de una tendencia anómala al enfriamiento en una comarca situada en una región con altas tasas de calentamiento como es el sureste peninsular. Dos, la presencia en la zona de un agente de enfriamiento del clima, la superficie reflectante de los invernaderos, con una intensidad 12 veces mayor que el efecto promedio global de los gases de efecto invernadero. El establecimiento de la relación causal entre ambas ha sido el objeto de nuestro estudio.

-¿Tienen previsto realizar más investigaciones relacionadas con la agricultura ?

-Un proyecto está en relación con la estimación que ha mencionado de la fijación de carbono en la zona y con la consideración de los residuos vegetales como sumidero de CO2 que son, promoviendo su gestión para la generación de bioenergía, biogás o compostaje, por ejemplo. Otro proyecto de alcance global donde queremos participar, consiste en aumentar el albedo del uso urbano e industrial a escala global como medida de compensación del efecto invernadero que permita ganar tiempo mientras se controlan las emisiones. Nuestro estudio es la prueba de la eficacia del blanqueo del uso humano del territorio como medida de mitigación y/o adaptación local al calentamiento global y puede colocar a Almería como referencia mundial en la lucha contra el cambio climático.

No hay comentarios: