El martes, ante el tribunal civil de Barcelos (norte del país), la ex pareja, que no se habla desde entonces, no ha logrado llegar a un acuerdo, dejando a la justicia la decisión, informaron los medios locales.
Las diferencias entre la pareja se remiten al reparto del bote ganado el 19 de enero de 2007 en el sorteo del Euromillón. En la época, Luis Ribeiro y Cristina Simoes, todavía enamorados, pusieron los 15 millones de euros en una cuenta abierta en común con los padres de la joven.
Según las afirmaciones del joven al Diario de Noticias, las preocupaciones comenzaron cuando él quiso retirar el dinero de la cuenta para ayudar a su familia, agricultores con unos modestos ingresos. La retirada del dinero fue impedida por los padres de su novia, también trabajadores del campo, que exigían que primero se casara con su hija.
En respuesta, Luis consiguió en el banco que congelaran los fondos por decisión judicial hasta que se solucionase el litigio, provocando la ruptura de la pareja.
Cristina, de 22 años, reivindica la propiedad integral de los beneficios, considerando, explicó su abogado a la prensa, que ella fue la que encontró la combinación ganadora de cinco numeros y dos estrellas. Luis, de 25 años, que pagó los dos tercios de la apuesta (cuatro euros de los seis que apostaron) y validó el boleto ganador, propone que los beneficios se dividan entre dos.
Esperando el juicio, los dos jóvenes viven mientras tanto en las respectivas casas de sus padres, a seis kilómetros de distancia entre sí.
Según una investigación del Diario de Noticias, Cristina no sale sin estar acompañada de su madre, que teme que secuestren a su hija, potencialmente millonaria. Luis continúa por su parte levantándose todos los días a las 6H30 para trabajar en la granja familiar.
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