miércoles, 26 de agosto de 2009

Un pulpileño construye los relojes de sol más altos de Andalucía y de España

Cultura-Almeria
REDACCIÓN.-A.RICO Lorenzo López Asensio imparte conferencias y entrega al público un diseño para recortar y como modelo para construir un ejemplar
Taller de relojes de sol, historia y diseño' es el título de la charla-conferencia que Lorenzo López Asensio, imparte al hablar de su actividad dedicada a la creación de relojes de sol y que tiene un cierto carácter de interacción porque, al final, se entrega a los asistentes un diseño para recortar y como modelo para la construcción de un ejemplar. De Pulpí y profesor del Instituto José Planes, de Espinardo (Murcia), le llegó esa afición y dedicación al mismo que constituyó el momento desde el que empezó a estudiar esta materia cuando vió el reloj de sol de la iglesia de San Vicente Ferrer, en Valencia. Ocurrió en el año 1983.
Allí y entonces se le abrieron las puertas de la Gnomónica y, veinticinco años después, es considerado como un gran experto en esta ciencia que también es arte e historia. Lorenzo López aporta en sus conferencias una amplia información sobre los diferentes tipos de relojes de sol -horizontal, vertical, ecuatorial, polar, analemático, cilíndrico, esférico, de pastor, bífilo y multignomo- con pinceladas de historia y con las técnicas para la construcción.
Odisea y Cádiz
Lorenzo López Asensio comenta igualmente los modelos que ha diseñado y construidos, que son más de 20 y que se encuentran tanto en zonas públicas como en casas particulares. Tiene el récord del más grande de España en altura, el 'Temporis sagita' (Flecha del tiempo), con 12 metros y un peso de 21,5 toneladas. Se encuentra en la Universidad de Murcia. En esta misma ciudad, en el Jardín del Salitre, en el Parque d la Seda, también destaca por su belleza un reloj de sol suyo. Es obra de este pulpileño el más alto de Andalucía. Le levanta en la Plaza Amnistía Internacional, de Pulpí. Mide 7,7 metros de altura y se ha destacado su carácter ornamental. El Instituto 'Albujaira', de Huércal Overa, cuenta asimismo con uno de sus relojes.
En estos momentos «estoy con uno muy importante y presentado a un concurso: 'El arco de Ífito'. Es alegórico a 'La Odisea', de Homero, en donde se recoge que Ulises atravesó el ojo de Polifemo. Se representa en el reloj, en el que las horas van indicadas por las hachas de la época», señala al mismo tiempo que recuerda que el Ayuntamiento de Cádiz, de donde es su esposa, ha mostrado interés por un ejemplar.
Lorenzo López señala que los orígenes de los relojes de sol están en Babilonia, aunque hasta el Renacimiento no se empezaron a construir los buenos ejemplares ajustándose perfectamente a la hora solar. Dejó de usarse, entre otros motivos, porque «los relojes mecánicos consiguieron horas exactas mientras que los de sol a veces se adelanta y a se atrasa unos minutos al cabo del año porque la tierra lleva un movimiento elíptico alrededor del sol y entonces hay un momento en que la tierra se retrasa en su movimiento y el sol se atrasa, aunque los minutos son un máximo de 15 o 16. Pero luego los gobiernos llegaron y adelantaron una hora. Por eso en invierno los relojes de sol van atrasados una hora y en verano, dos. La hora solar es la auténtica y de la cual se copió para hacer los relojes oficiales con la referencia del meridiano O, de Greenwich, adoptada en una conferencia internacional celebrada en Washington en el año 1884».

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