Un primero de mayo para olvidar

Seguramente que cuando los miembros del Congreso Internacional Obrero de París (1889) declararon el primero de mayo como Día Internacional del Trabajo, no pensaron en que el gran problema del siglo XXI no serían las condiciones laborales, sino la exponencial destrucción de empleo. Y es que de qué sirve que reclamemos mejores condiciones laborales, que poco a poco gracias a los convenios y al interés de la iniciativa pública y privada han ido mejorando, sino contamos con lo principal, que son los puestos de trabajo. Este primero de mayor será un día para olvidar.
La escalada de la primera preocupación de los españoles, según el CIS, el paro; no tiene límites. El tiempo está poniendo a cada uno en su sitio y evidenciando cada vez más las mentiras del presidente Zapatero, que tiene un todo un récord en pérdida de credibilidad. Ni una ni dos ni tres. Han sido diez, nada más y nada menos, las veces que ha anunciado el final de la crisis mientras que el paro suma y sigue. Su último atrevimiento ha sido afirmar que la reducción del paro ha comenzado este mes de abril. ¿Será osado? Cómo es posible que diga eso cuando, según los datos publicados por EL PAÍS, que no lo digo yo, Zapatero ha logrado destruir “prácticamente todo” el empleo creado desde que se acomodó en La Moncloa.
¿No es para estar nervioso? ¿No es para dejar de hablar y empezar a actuar? Nunca es tarde si la dicha es buena. Hay que empezar a preocuparse por lo que realmente es importante para nuestro país, y yo creo que los debates superfluos no lo son. Hay que dejarse de abortos, eutanasias y memorias históricas y preocuparnos por lo realmente importante: el futuro de los españoles y de la propia España.
Por eso, mañana, Día Internacional del Trabajador, deberíamos salir a la calle para algo que hasta ahora no se ha hecho por parte de los sindicatos: pedir soluciones y no improvisaciones contra el paro. Acaso, ¿ustedes no han echado de menos a los sindicatos todos estos meses en los que la destrucción de empleo ha alcanzado cotas históricas? ¿Dónde han estado para revelarse contra el paro, que ha alcanzado los 4,5 millones de personas desempleadas, que han generado las políticas económicas del PSOE? ¿Dónde están esos artistas que tanto creen en el bienestar social? Deben saber que sin empleo, no hay bienestar. Y con Zapatero no hay empleo.
Los españoles estamos hartos de palabras y tanta farándula, queremos acciones. Tenemos que obligar al gobierno a que se ponga las pilas y haga todo lo posible para que se reduzcan las más de un millón de familias que tienen todos sus miembros en paro; las largas listas de españoles que tienen que comer gracias a la labor encomiable de organizaciones no gubernamentales como puede ser Caritas; y sobre todo para que se disminuya la más larga, la del paro.