Parar al envejecimiento prematuro de la piel nunca fue más fáci. Pon en práctica estos sencillos trucos y sácate el mejor partido. ¡Comenzamos!
LAEDICION.NET.-DANIELLA MONTENEGRO
1. Desmaquíllate siempre. Independientemente de que te maquilles o no, por las noches debes limpiar bien el rostro para eliminar cualquier rastro de suciedad. Las fórmulas son infinitas. Para pieles secas lo mejor es usar una crema o loción, mientras que las pieles grasas, normalmente, agradecen texturas ligeras, como los geles o limpiadoras en espuma, pero comprueba la lista de ingredientes y evita aquellas fórmulas con sulfatos porque deshidratan la piel.
2. Utiliza protección solar todos los días. Cualquier dermatólogo te dirá que la mejor crema antiedad es un buen protector solar. Y sí, se usa los 365 días del año, porque aunque esté nublado la radiación atraviesa las nubes y hace diana en tu piel. Resultado: aparecen los sospechosos habituale: arrugas, flacidez y manchas.
3. Exfóliate una vez por semana. Fundamental para liberar los poros y eliminar las células muertas que se acumulan sobre la superficie de la piel. Además, ayuda a que el tratamiento posterior penetre mejor y estimula la circulación sanguínea, lo que mejora el tono y el brillo de la piel.
4. A partir de los 25 años apúntate al retinol. El retinol (vitamina A) es uno de los mejores activos antiedad porque, además de combatir arrugas y manchas, mejora la textura de la piel. Resérvalo mejor para la noche, porque es fotosensible, es decir, puede provocar la aparición de manchas. Las pieles sensibles es mejor que se abstengan ya que puede irritarlas.
5. Hidratación, hidratación, hidratación. En invierno, opta por una crema con una textura más fundente y una versión más ligera (en gel) para el verano. Recuerda que las pieles grasas también necesitan su dosis de nutrición. Elige fórmulas ligeras que contengan, por ejemplo, ácido acetilsalicílico, para mantener a raya el exceso de sebo.
6. Di adiós al cigarrillo. El humo del tabaco genera una gran cantidad de radicales libres, las moléculas responsables del envejecimiento prematuro de la piel. Por esta razón, las fumadoras, generalmente, tienen peor tono (la nicotina provoca vasoconstricción y por eso la circulación se ralentiza), más arrugas y una flacidez más pronunciada porque el tabaco destruye las fibras de colágeno y elastina que dan sostén al cutis.
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jueves, 28 de abril de 2011
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