La rachita de Margarita

DANIELLA MONTENEGRO.-LAEDICION.NET María Margarita de Vargas ha pasado un cumpleaños inolvidable. Su marido, Luis Alfonso de Borbón, ha intentado que el veintiocho cumpleaños de la joven fuese de lo más especial. Para ello, no dudo en organizarle una fiesta de lo más familiar, a la que no pudieron faltar, claro está, los tres retoños –Eugenia, Alfonso y Luis- que tienen la joven pareja.

El hijo de Carmen Martínez Bordiú adquirió globos, flores y numerosos paquetes para conseguir que su mujer viviese su cumpleaños de una manera diferente. Logró así que el día de Margarita diese un giro inesperado, ya que la joven empezó la jornada de una forma muy normal: peluquería, deporte y algunas compras y recados. Pero nada que hiciese diferencial la jornada que la acercaba un poco más a la treintena.

De esta forma Luís intentó que Margarita llevase mejor la lejanía de su familia y, sobre todo, conseguir que olvidase la dureza, desde un punto de vista médico, en la que la joven se ha visto inmersa en las últimas semanas. Aunque tiene su puntito positivo.

La atención que Vargas está dedicando a su forma de vestir, a sus estilismos y, sobre todo, a su figura, sirvieron para dar pie a habladurías sobre la delgadez que presenta la nuera de José Campos y Carmen Martínez Bordiú.

Margarita siempre había sido conocida por vestir de una forma demasiado seria y clásica para su edad. Y su figura siempre había sido más "firme" que la de otras chicas de su entorno. A lo que se sumaban los kilos de más que había acumulado durante los embarazos. Pero, de un tiempo a esta parte, todo eso había desaparecido.

María Margarita se ha dejado ver con tacones y plataformas imposibles –incluso para salir de compras-, vestidos ligeros y ceñidos (todo un acierto) y combinaciones que la favorecían mucho más que el guardarropa que lucia con anterioridad. Una adaptación a la que se ha sumado su pérdida de peso, señalada como muy preocupante.

Incluso algunos hablaban de problema de salud. Y es cierto, pero no de la forma en la que se puede pensar. Margarita es celíaca y su alergia al gluten es lo que la está obligando a cuidarse más de la cuenta. Una enfermedad que consiguieron detectarle en Nueva York después de visitar numerosos médicos. Ahora toca cambiar, de raíz, sus hábitos alimenticios.