LAEDICION.NET.-:/ Redacción.-Los pescadores llevaron en volandas la
talla, que es una de las más veneradas por los residentes · Las celebraciones,
que han tenido lugar durante todo el fin de semana de modo intenso, terminaron
ayer con el emotivo desfile procesional
Si el domingo tenía lugar la bajada
de la Virgen al puerto deportivo para ser embarcada, finalizaban ayer por todo
lo alto las fiestas en honor a la Virgen del Carmen 2012 en Aguadulce, con la
celebración de la tradicional procesión por las calles del municipio de la
imagen venerada en el templo auditorio del mismo nombre, donde se guarda la
talla durante todo el año, que no hay que olvidar fue restaurada recientemente
de forma integral en la prestigiosa firma de la capital almeriense Dromos,
situada cerca de la Catedral, especializada en imaginería religiosa.
Fue necesario restaurarla porque le faltaban dos dedos de una mano y había sufrido daños en su policromía, entre otros males que le aquejaban. Se limpió totalmente, utilizando incluso un bisturí para arrancar la suciedad antes de impregnar la escultura con un líquido de restauración especial.
También se actuó sobre el Niño que lleva en brazos la Virgen, al que le faltaban dos dedos. Los pies estaban negros de suciedad, habiendo sido limpiados con toda profesionalidad. También se atornilló la corona para evitar que oscile durante los movimientos y no aumentara el agujero de la cabeza que le sostiene.
Antes de la procesión se celebró la Santa Misa, con una brillante participación de la Coral Virgen del Mar, que como otros años realizó una magnífica interpretación.
El trono recibió una ofrenda floral y a continuación fue sacado a hombros de los costaleros de la Hermandad de la Virgen del Carmen, escoltado por las Camareras de la Virgen, ataviadas con la tradicional mantilla española.
Tras la Cruz de Guía partió la comitiva junto a la banda de música, siendo incesante la cohetería desplegada para ensalzar el momento de la salida de la imagen, que recibió honores en la puerta del templo con la interpretación del himno nacional.
Fue un día festivo en Aguadulce, poniendo broche de oro a varios días de festejos la actuación musical de la orquesta Melodías en la plaza de los Hermanos Martín Escudero.
Como es tradicional en el barrio una atronadora salva de cohetería designaba el punto y final a las fiestas una vez de vuelta ya la Virgen en su templo parroquial. Es la famosa traca final de fiestas, para la que tradicionalmente el Bar Asador Hermanos Cabrera, toda una institución en Aguadulce y con costaleros de la hermandad entre los propietarios, recauda fondos de los comercios y particulares con el objetivo de hacer cada año una traca superior y más sonora y espectacular que la del año anterior.
En una pizarra se exhiben todos los nombres de quienes han hecho aportaciones para la traca. Se suelen recaudar miles de euros entre los parroquianos, quienes durante todo el año esperan con muchas ganas el momento de la traca final, que este año ha visto mermados sus ingresos por la crisis económica.
Autoridades locales y provinciales, con Gabriel Amat a la cabeza, se dan cita cada año en esta procesión, que pese a estar centrada en una pequeña imagen consigue reunir a miles de fieles. El año pasado se calcula, que tan solo en la salida del templo, se habían agolpado más de dos mil personas, quienes en su mayoría vistieron sus mejores galas, cual domingo, para honrar el paso de la Virgen del Carmen.
La hermandad de Aguadulce ya solo piensa en el año que viene, cuando vuelvan a sacar a la calle en procesión y a embarcar a su sagrada talla.
Estos días han tenido mucho trabajo, puesto que están recolectando fondos para arreglar el suelo de la pequeña ermita desde donde se baja al puerto deportivo la imagen para ser embarcada cada año, ubicada en la salida de Aguadulce dirección a Almería, convertido en todo un pedregal que impide el acceso adecuado.
Con este motivo la parroquia organizó recientemente una paellada para lograr fondos, así como una obra de teatro y actuaciones musicales.
Muchos de los vecinos que asistieron a la salida procesional se emocionaron al paso de la talla, que es una de las más veneradas de las que existen en esta localidad eminentemente pesquera y marinera.
Fue necesario restaurarla porque le faltaban dos dedos de una mano y había sufrido daños en su policromía, entre otros males que le aquejaban. Se limpió totalmente, utilizando incluso un bisturí para arrancar la suciedad antes de impregnar la escultura con un líquido de restauración especial.
También se actuó sobre el Niño que lleva en brazos la Virgen, al que le faltaban dos dedos. Los pies estaban negros de suciedad, habiendo sido limpiados con toda profesionalidad. También se atornilló la corona para evitar que oscile durante los movimientos y no aumentara el agujero de la cabeza que le sostiene.
Antes de la procesión se celebró la Santa Misa, con una brillante participación de la Coral Virgen del Mar, que como otros años realizó una magnífica interpretación.
El trono recibió una ofrenda floral y a continuación fue sacado a hombros de los costaleros de la Hermandad de la Virgen del Carmen, escoltado por las Camareras de la Virgen, ataviadas con la tradicional mantilla española.
Tras la Cruz de Guía partió la comitiva junto a la banda de música, siendo incesante la cohetería desplegada para ensalzar el momento de la salida de la imagen, que recibió honores en la puerta del templo con la interpretación del himno nacional.
Fue un día festivo en Aguadulce, poniendo broche de oro a varios días de festejos la actuación musical de la orquesta Melodías en la plaza de los Hermanos Martín Escudero.
Como es tradicional en el barrio una atronadora salva de cohetería designaba el punto y final a las fiestas una vez de vuelta ya la Virgen en su templo parroquial. Es la famosa traca final de fiestas, para la que tradicionalmente el Bar Asador Hermanos Cabrera, toda una institución en Aguadulce y con costaleros de la hermandad entre los propietarios, recauda fondos de los comercios y particulares con el objetivo de hacer cada año una traca superior y más sonora y espectacular que la del año anterior.
En una pizarra se exhiben todos los nombres de quienes han hecho aportaciones para la traca. Se suelen recaudar miles de euros entre los parroquianos, quienes durante todo el año esperan con muchas ganas el momento de la traca final, que este año ha visto mermados sus ingresos por la crisis económica.
Autoridades locales y provinciales, con Gabriel Amat a la cabeza, se dan cita cada año en esta procesión, que pese a estar centrada en una pequeña imagen consigue reunir a miles de fieles. El año pasado se calcula, que tan solo en la salida del templo, se habían agolpado más de dos mil personas, quienes en su mayoría vistieron sus mejores galas, cual domingo, para honrar el paso de la Virgen del Carmen.
La hermandad de Aguadulce ya solo piensa en el año que viene, cuando vuelvan a sacar a la calle en procesión y a embarcar a su sagrada talla.
Estos días han tenido mucho trabajo, puesto que están recolectando fondos para arreglar el suelo de la pequeña ermita desde donde se baja al puerto deportivo la imagen para ser embarcada cada año, ubicada en la salida de Aguadulce dirección a Almería, convertido en todo un pedregal que impide el acceso adecuado.
Con este motivo la parroquia organizó recientemente una paellada para lograr fondos, así como una obra de teatro y actuaciones musicales.
Muchos de los vecinos que asistieron a la salida procesional se emocionaron al paso de la talla, que es una de las más veneradas de las que existen en esta localidad eminentemente pesquera y marinera.
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