LAEDICION.NET.-REDACCIÓN.-Rodeando
el sur de la costa almeriense, desde la sierra de Cabo de Gata hasta el
municipio de Carboneras, se extiende una de las regiones mejor conservadas y
más bellas de Andalucía: el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.
Arrecifes,
acantilados, salinas, paisajes áridos, fondos marinos y cordilleras de origen
volcánico, contrastan en un singular conjunto que se extiende 37.500 hectáreas
terrestres y 12.000 marinas, distinguiéndose 63 kilómetros de costa. La
climatología se caracteriza por una práctica ausencia de invierno y de lluvias,
siendo uno de los ecosistemas más áridos de Europa.
A pesar de las condiciones
climáticas adversas, el reino vegetal cuenta con al menos 1.000 especies
terrestres y 250 marinas, muchas de ellas únicas. Los vegetales más abundantes
son el lentisco, el cornical, el azufaifo, el palmito y la posidonia marina.
Igualmente, la fauna
del parque es inmensa. Se han contabilizado 1600 especies de invertebrados y
150 especies de aves; junto a otros animales dignos de mención como anfibios,
reptiles, mamíferos y una diversa ictiofauna.
Además de su
patrimonio ecológico, no hay que olvidar que el parque es un importante destino
turístico gracias a su plácido clima, sus paisajes hermosos y sus monumentos
históricos, entre los que destacan molinos, castillos, torres, cortijos y
vestigios de explotación minera.
En resumen, el
Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar es un lugar emblemático donde se unen
respetuosamente la historia más humana y el ecosistema más salvaje.
En Arteolé.com, el
cual recomiendo, han publicado una serie de tres artículos donde tratan estos
temas en más profundidad desde su geografía, condiciones climatológicas, fauna
y flora hasta el aspecto humano (historia, arquitectura, turismo…).
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