El lotero más flamenco de la capital almeriense

El cantaor almeriense Casto García, Carrete, actuará el próximo 27 de agosto en los jardines del colegio La Salle

Desde los tiempos en que los ilustrados llegaron a España intentando evolucionar el sistema de vida de la nación con un soplo de aire de modernidad, los Niños de San Ildefonso han sido los encargados de cantar las combinaciones ganadoras con su peculiar timbre de voz. Pero dos siglos después, es el flamenco el cante que asocian los almerienses cuando hablan del juego que trajo de Nápoles el monarca Carlos III.

La asociación de este sorteo con la ancestral música recae en la persona de Casto García Cortés, más conocido entre la gente con el nombre de Carrete.

Actual vendedor de lotería y siempre cantaor de flamenco, Carrete está considerado por los puristas y entendidos del cante y el toque como una de las mejores voces que ha dado la tierra de Almería.

Su pasión por la música flamenca viene desde el día en el que vino al mundo. Su padre, Diego García, fue cantaor y pariente del mítico José Monje Cruz, Camarón de la Isla.

Este legado que corre por las venas del vendedor de lotería explotó a una edad muy temprana, cuando con menos de ocho años Carrete desplegaba en el cante todo su potencial.

Hace 30 años la cadena TVE, contaba con un programa llamado La gran ocasión, quizá el padre del popular OT. En 1974 el desconocido cantaor almeriense se presentaba en el escenario del concurso, con su poderosa voz, lo que le valió para alzarse vencedor de la edición del programa.

Al año siguiente de conseguir el galardón, la calidad de Carrete comenzó a despuntar en el panorama del flamenco. El maestro Manolo Caracol conocedor de su talento, vino a Almería a requerir de sus servicios y lanzar su carrera, pero el cantaor decidió declinar, lo que pudo ser su gran oportunidad, para permanecer al lado de su familia .

Gitano de corazón, tiene muy claro que los tiempos cambian y la vida debe evolucionar, aunque no se deben olvidar las raíces de donde se procede.

Padre de seis hijos, el patrimonio flamenco de Carrete ha sido heredado por sus dos hijas, quien según él "son autenticas fuera de serie a lo que cantar se refiere".

Ningún palo se resiste a la garganta de Casto García, soleás, seguirillas, martinetes y fandangos forman parte de su vocabulario, y si alguna vez no saliesen, solo es necesario la compañía de familia y amistades, con una copa de vino para encontrar la fórmula perfecta para que el cante fluya libremente.

Para Carrete, el verdadero secreto del flamenco reside en una premisa básica, que si no se cumple es imposible acercar esta música a nadie. "El verdadero secreto está en trasmitir al público lo que tu estés sintiendo, si no lo consigues no es flamenco", comenta el cantaor almeriense.

Con dos discos y varios festivales premiados en su haber, el cantaor recorre día tras día las calles cercanas a la plaza de abastos repartiendo suerte con su lotería.

Al infatigable Carrete aún le queda mucha cuerda en lo alto de un tablao, ofreciendo el día 27 del próximo mes un concierto en los jardines del céntrico colegio de La Salle de Almería.