Por Daniella Montenegro
Cuando habla, parece que canta. La poesía de su música acompaña a las palabras de Manolo García, ex El Último de
Lleva ya 19 conciertos a las espaldas de la gira de su cuarto disco en solitario "Saldremos a la lluvia", pero explica que mantiene cada día la energía del primer día en su carrera musical, cuando en 1981 salía haciendo "performances" en sus actuaciones con Los Rápidos.
Su gira continúa mañana en Vall D'Uixo (Castellón) y el día 16 en Ciudad Real, para aterrizar en el Palma Arena el 20 de agosto, cuando intentará emocionar a los isleños transmitiendo lo que él espera sentir en un directo.
Pregunta.- Lleva 27 años en la música y 15 disco a sus espaldas, ¿cómo se mantiene la ilusión para continuar con la energía que desprende?
Respuesta.- Con otra palabra clave, con curiosidad, con mucha curiosidad. La ilusión es hermana de la curiosidad. Cada mañana cuando me despierto tengo siempre ilusión de saber qué voy a poder hacer ese día: carencias, afectos, desafectos, simpatías... los días están llenos de mil posibilidades, de encuentros, de desencuentros, de citas fallidas y fortuitas.
P.- ¿El famoso lema "sexo, drogas y rock and roll" ha tenido alguna vez sentido para usted?
R.- No demasiado, no puedo presumir de nada, pero si algo soy es bastante austero y en la parte de mi vida musical he buscado creatividad y emociones, pero no disparates y enloquecimientos. Cuando veo los casos históricos de Joplin o Hendrix, o ahora recientemente Amy Winehouse, pienso que lo importante es la música; lo demás, las miserias, los disparates son fruto del marketing, que vampiriza, promueve y saca tajada de esas situaciones.
P.- Su último disco "Saldremos a la lluvia" incluye más baladas y medios tiempos y menos rock, ¿es fruto de la madurez?
R.- No, es fruto de un par de años concretos, pero puede cambiar. Es puntual, en este disco he trabajado con músicos de Grecia, con instrumentos más pausados, pero sigo sintiendo un estímulo grande con las guitarras eléctricas y en mi concierto en directo hay una parte eléctrica que rescato. Para nada es de butaca y estarse sentado.
P.- ¿En qué momento del día o en qué lugar escucharías este disco?
R.- Atardecer y naturaleza, al borde de un lago dándome un baño en una tarde de agosto. También en algún acantilado del norte de Mallorca, con los pies colgando en el vacío.
P.- ¿Qué intentará hacer sentir al público mallorquín el día 20?
R.- Lo mismo que siento yo cuando voy a un concierto de un músico que me gusta. Cuando veo un concierto me gusta emocionarme, recordar canciones, disfrutar, ver cómo son capaces de tocar en directo, las canciones en directo son capaces de erizar la piel.
P.- ¿Qué le atrae de Mallorca?
R.- Me gustaba muchísimo la antigua carretera que iba hacia el norte, la parsimonia con que tenías que acometer el hecho de cruzar la isla. te invitaba a ir parando en los pueblos a hacer un café o a la partida de dominó. Aún hoy en día, aunque ha habido zonas que se tenían que haber preservado mejor, la isla es bonita. Pero sería bonita la idea de "ya está, vamos a dejar la isla como está" y cada centímetro que se vaya a tocar, pensárselo.
P.- Si no se hubiera dedicado a la música ¿qué oficio hubiera escogido?
R.- Pintor, sin duda, son oficios de parsimonia, de lentitud, de obra singular. También por lo que tiene esa disciplina de posibilidades de soledad, de introspección, de bucear en uno mismo, de viajar y moverte.
P.- Ahora que están tan de moda los reencuentros de grupos, ¿ha pensado El Último de
R.- No, rotundamente no. Con el Último de
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