LAEDICION.NET.-Los especialistas advierten de la importancia de diagnosticar la enfermedad a tiempo. Es una de las patologías que más bajas laborales provoca en primavera.- La primavera ha llegado y comienza a ser dura para las personas con problemas de alergia. Las lluvias y las nevadas sufridas durante el invierno han favorecido la floración y el aumento del nivel de polen de gramíneas en el aire, que pueden llegar a superar los 5.000 granos por metro cúbico en el aire.
Cada año los ciclos que condicionan directamente la presencia o desarrollo de determinadas patologías se repiten. Y ahora estamos en uno de ellos. Mientras la gripe ya es testimonial y casi se ha olvidado, las alergias ya afloran y auguran unos meses agresivos para los que no toleran el polen. Si los meses de octubre, noviembre y diciembre han sido lluviosos la primavera será dura. En cambio, si llueve en mayo y junio los alérgicos se verán beneficiados ya que el agua ayuda a limpiar el aire de pólenes.
"Ahora es la época de floración del ciprés, que este año va a tener cantidades elevadas. De hecho, podría llegarse a niveles extremos de polen en la atmósfera", confirmó a El Almería una alergóloga de una clínica privada de la capital, quien explicó que "la lluvia del invierno ha retenido mucho la floración, que ha estallado con los días de sol y será intensa y duradera, por lo que se prevé una primavera fuerte y cruel para los que padecen de alergias. También va a tener mucho protagonismo toda la vegetación que rodea a la ciudad, sobre todo las gramíneas que se encuentran en los árboles y arbustos".
La alergóloga recordó que existe una página web en la que los interesados pueden consultar los niveles de polen y el calendario polínico en la Red Andaluza de Aerobiología.
Aunque la alergia parezca una enfermedad simplemente molesta, puede llegar a dificultar de forma importante la vida de quien la padece, que en la provincia de Almería se estima una incidencia del 20% de los habitantes. Los síntomas hacen que el rendimiento disminuya y afecte al trabajo, a los estudios y en general a las distintas tareas del día a día. Precisamente por este motivo, los especialistas insisten en que es necesario diagnosticarla cuanto antes y someterse a un tratamiento adecuado, pues es uno de los problemas que más bajas laborales causan en esta época del año.
Los síntomas más comunes suelen ser los estornudos, conjuntivitis, rinitis, congestión nasal, tos e incluso asma en último extremo y, aunque a priori puedan parecer idénticos a los de un simple resfriado, la realidad es que se diferencian en cuestiones básicas como que un resfriado puede durar entre 7 y 10 días mientras que los procesos alérgicos se prolonga hasta que se está en contacto con algún alergeno.
Los farmacéuticos empezaron hace un mes a prepararse para evitar el desabastecimiento de antihistamínicos. El año pasado la compra de estos medicamentos se duplicó respecto al año anterior con la subida del nivel de polen.
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