
La subasta de los bienes de El Mundo en Almería se producirá el próximo diez de noviembre en la décima planta del edificio judicial de la capital, situado en la calle Canónigo Molina, pero el resultante de la misma tendrá como fin cubrir la deuda contraída con la entidad que suscribió la hipoteca de los inmuebles y no otros deudores.
El Mundo Almería mantiene causas laborales abiertas desde el año 2006 que han perdido una y otra vez pese a dilatar los procesos con recursos, elevaciones a instancias superiores y suplicatorios, hasta el punto de cerrar la empresa antes de que los primeros demandantes consiguiese cobrar la deuda contraída con ellos.
Los responsables de esta situación, el promotor inmobiliario afincado en Bilbao, Joseba Murga Eizagaetxebarria y el almeriense Luis Montoya Palencia, cerraron la edición de El Mundo en Almería obligados por su matriz al no cumplir con los acuerdos establecidos en el contrato de franquicia. Entre otras muchas deudas estaban las de los trabajadores, a los que se les adeudaban cuatro meses de nóminas en la mayor parte de los casos, la Seguridad Social, con varios meses de cotizaciones sin abonar y la Agencia Tributaria, que ya ha iniciado un proceso de derivación de responsabilidad hacia los administradores, Murga y Montoya, si bien el segundo de ellos no cuenta con bienes a su nombre. La tercera persona que aparece en la última etapa de la editora con cargo en el consejo de administración es el abogado almeriense José Valverde Alcaraz, aunque unos meses antes del cierre definitivo se hizo un cambio en el órgano de administración para nombrar a Montoya Palencia, sin bienes a su nombre, como administrador único.
Murga, pese a tener una vivienda en la calle del Flamenco de la Urbanización de Roquetas de Mar a nombre de un tercero y una embarcación de pesca deportiva a nombre de Loruri S.A. amarrada en el Club de Almería, despareció de la ciudad unas semanas antes del inminente cierre de El Mundo. Montoya, por el contrario, busca ahora el apoyo de las admistraciones para una nueva aventura empresarial consistente en la fabricación de coches eléctricos en la provincia.
Mientras tanto los únicos bienes conocidos que tenían en Edalme S.A., una entreplanta convertida en redacción y varias plazas de garaje, aunque todo sin pagar, salen ahora a subasta por orden judicial.
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