Los agricultores protestan por las ayudas a Marruecos, mientras la Junta les adeuda parte importante de las ayudas a la Producción Integrada.

UPyD analiza la preocupante situación del sector como problema comercial

LAEDICION.NET.-REDACCIÓN UPyD Almería quiere dar su apoyo expreso a las reiteradas reivindicaciones de las organizaciones agrarias, y se congratula de su convocatoria conjunta y nacional en fechas de producción de la agricultura intensiva almeriense, pero también desea aportar un análisis crítico de la situación actual y de las posibles mejoras que se deberían llevar a cabo en nuestro sistema de comercialización
Poner el énfasis de la protesta sobre las concesiones que se hacen a Marruecos es caer en una visión parcial de un problema mucho más complejo, aunque es lógico que el agricultor y la sociedad española se sientan incómodos ante las recientes visitas y ayudas de la Junta de Andalucía al sector productivo marroquí, cuando aquí es necesario un crecimiento y aceleración de plazos de pago en las ayudas a la excelencia en calidad y producción.
En las fechas actuales, un gran número de agricultores observan atónitos el anuncio de ayudas a Marruecos mientras esperan que la Junta de Andalucía les abone el 50 % de la subvención relacionada con las Agrupaciones para la Producción Integrada para la introducción de insectos auxiliares. Actualmente se han empezado a desembolsar los gastos derivados de la misma y los productores aún no han cobrado la mitad de la ayuda que la Junta de Andalucía les adeuda de la campaña 2008, la cual, dependiendo de cultivo, superficie y fechas de plantación, ronda en total los 1800 € por hectárea.
Desde UPyD instamos a la administración autonómica a que planifique las cantidades y tiempos de pago de las subvenciones que anuncia para el sector agrícola, de forma que no convierta la comunidad andaluza en una región que funcione a ritmo de anuncios de subvención, sino de ayudas reales y efectivas que fomenten la competitividad del sector productivo.
Conocida esta situación no despreciable, no debemos olvidar que el sector debe mantener su diferencial de calidad y producción frente a competidores presentes o futuros y dar un valor añadido al producto, que se traduzca para el agricultor en un beneficio económico que le permita tener un riesgo empresarial asumible. Para esto, es imprescindible que la administración ponga medios para avanzar rápidamente en la unificación y excelencia de la comercialización y conseguir un peso significativo ante los agentes del mercado.
Este reto no sólo se refiere a la unificación de la oferta, sino que inexcusablemente se debe propiciar la tecnificación y mejora de conocimientos de los responsables comerciales, promoviendo la suficiente preparación en marketing y atención in situ para que el consumidor final sepa diferenciar mediante marcas comerciales la procedencia y sobre todo la calidad de nuestra producción.
Por lo tanto, desde UPyD en Almería exigimos que se tomen medidas e incentivos para que las empresas formen a sus responsables en la búsqueda de valor pagado por los clientes finales, y que los agricultores sean vistos como proveedores en los que repercuta este valor. Esta será, en nuestra opinión, la forma efectiva de combatir la competencia de países con sistemas productivos y costes de mano de obra inferiores a los nuestros, como los del norte de África. Pero también será la forma de enfrentarse eficientemente al origen y principal factor de este problema comercial: la Concentración de la Demanda.
Todo esto puede ir aparejado a otra serie de medidas con las que poner en conocimiento del consumidor el valor del producto, como pueden ser el doble etiquetado, normativas sobre reenvasado fuera del origen de producción, etc., pero siempre buscando el objetivo de diferenciar nuestra producción y su calidad (organoléptica, de salubridad, de respeto al medioambiente y a las condiciones laborales, etc.) frente a las producciones de países terceros.
Es hora de que la Junta de Andalucía dirija sus ayudas y acciones, como demostró que es capaz de hacer para promover el inicio del control biológico, para acometer una mejora en las estructuras y acciones comerciales del principal sector productivo de la provincia de Almería, y de otras importantes zonas de España. Estas acciones deberán ser coordinadas entre administraciones de varias comunidades autónomas (como mínimo todo el sur y levante español) y coordinadas por el Ministerio de Agricultura en consonancia y la implicación de la Comisaria de Agricultura de la U.E., para favorecer el sostenimiento de un tejido empresarial clave en España y en Europa: la agricultura en sus diferentes manifestaciones.