domingo, 15 de enero de 2012

• El 80% de los testigos del 'caso de los trajes' son afines al sastre, la Fiscalía e Interior

LAEDICION.NET.-:/ Redacción.-L. Rivas. El juez ha admitido casi todos los testimonios de las acusaciones. A la Defensa no se le permitió presentar a funcionarios de la Generalitat y a modistos habituales de Camps.
• El caso de los trajes discurrió ayer por su vigésimo primer día de juicio. La duración del proceso, cuyo coste asciende ya a unos 400.000 euros, la expectación mediática y el casi centenar de testigos que ha desfilado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) han conferido una dimensión desmesurada, en opinión de la Defensa, a una acusación de cohecho impropio pasivo por valor de poco más de 12.000 euros. De los testigos que han prestado declaración, aproximadamente 40 se pueden considerar esenciales. De ellos 31 aparecen como contactos directos del sastre José Tomás (10), elegidos por la Fiscalía y el PSOE (6), o dependientes del ministerio del Interior (15). Entre los deponentes próximos a Tomás se cuentan, según identifica la Defensa, Pepe Peñas, Elena Victoria Rodríguez García, Víctor San Felipe, Javier García Fernández, Antonio del Fresno, María Calero, Francisco Ferre, Miguel Marqués, así como los propios Francisco Correa y Pablo Crespo, que han sido citados por las tres partes, aparte del propio testimonio del sastre. De los peritos y agentes de Policía que han participado en el proceso sólo ha trascendido su número de funcionario. En la selección no se aprecian los funcionarios de la Generalitat Valenciana que han intervenido en el juicio, debido a que el juez Climent declaró “impertinentes” casi todas las preguntas que les fueron efectuadas por no ser el objeto del proceso. La discriminación por parte del magistrado de estos testimonios provocó que la Defensa se cohibiera a la hora de proponer nuevos testimonios, ya que, según el entorno del ex presidente de la Generalitat Valenciana, era “una pérdida de tiempo” en base a los precedentes negativos. Asimismo, dichas fuentes señalan que a Francisco Camps se le negó la posibilidad de tomar declaración a sus dependientes habituales de El Corte Inglés, que afirmarían que el ex vicepresidente siempre pagaba sus encargos y aportarían luz al método de retribución (en metálico, sin tarjetas y sin facturas), así como a diversos funcionarios de la Generalitat Valenciana. La negativa más importante del juez Climent, sin embargo, fue la relativa a la célebre prueba del traje. Después de que varios de los testigos anteriormente referidos señalaran que “a Camps no le gustaban las etiquetas” y que era bastante maniático al respecto, el ex presidente de la Generalitat trató de aportar una prenda antigua provista de etiqueta como prueba, pero el magistrado denegó su inclusión en el proceso. En relación a los indicios, el juicio se adentró ayer en su fase documental, en la que las partes pueden repetir la exposición de pruebas mostradas con anterioridad. La Fiscalía Anticorrupción, sorprendentemente, optó por incidir en la reproducción de una conversación entre la mujer de Camps, Isabel Blas, y Álvaro Pérez, El Bigotes, ajena a los trajes. En la grabación, Blas señala que “es muy fuerte”, sobre, presuntamente, un regalo de Pérez, y reconoce al final que “no, no, no. No me lo quedo”.

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