martes, 31 de julio de 2012

Amat repetirá como presidente del PP en el congreso de El Ejido el 29 de septiembre


Los populares se conjuran para hacer frente a las medidas y reformas anunciadas por el Gobierno · El objetivo consiste en "explicarlas a los ciudadanos porque son necesarias"
LAEDICION.NET.-:/ Redacción.-A pesar de que era, literalmente, un secreto a voces (de hecho él mismo lo adelantó hace varias semanas), el anuncio de que Gabriel Amat, volverá a presentarse como presidente de los populares almerienses en el congreso que el partido celebrará el próximo 29 de septiembre en la localidad de El Ejido y, sobre todo, la salva de aplausos que siguió a ese "secreto que os voy a adelantar" fue lo más destacado de una Junta Directiva del PP provincial con la que se pretendía repartir árnica sobre las medidas que el Gobierno adopta "por nuestro bien y sabiendo que no les gusta" y ante la cual se precisa la "unión y ayuda de todos". Un mes de agosto que terminará en los días de feria y un mes de septiembre que concluirá con la cita congresual en la que apenas se esperan cambios cosméticos en la estructura del PP en Almería.

El presidente que lo seguirá siendo durante otros cuatro años más hasta contabilizar 16 años al frente del partido (fue elegido el 16 de julio de 2004) no varió ni un ápice el discurso que lleva en su boca desde el advenimiento del gobierno de Rajoy y que se basa en las medidas "dolorosas", pero "necesarias para salir de la crisis" y de las que responsabilizó sin paños calientes "a los ocho años de gobierno socialista" y a un "Zapatero" a quien continúa pidiendo responsabilidades y explicaciones sobre lo ocurrido.

Amat sabe que torea en una plaza favorable y que casi su presencia basta y sobra para aglutinar las fuerzas de un partido que rema en la dirección que el presidente marca. Aún así, reconoció que "en todos los años que llevo en política no me he encontrado una situación semejante, cuando con varias devaluaciones de la peseta se consiguió estabilizar la situación económica; ahora no podemos hacerlo porque tenemos el euro". Las dificultades actuales son, a juicio de Amat, "consecuencia de un país que no inspira confianza por lo que nos piden más intereses por nuestra deuda que lo que les piden a otros". De nuevo la herencia recibida salió a la palestra en forma de una serie de reformas que "son duras, difíciles, que a nadie le gustan" pero que "no había más remedio que tomar; podíamos haber hecho como el gobierno socialista, no hacer nada, acumular deuda hasta que no pudiéramos salir de casa. Si España fuera una empresa, estaría en situación de quiebra absoluta y cuando eso pasa, hay que pedir responsabilidades al gerente y ese no es otro que Zapatero".

Antes de terminar con el secreto peor guardado de los que se recuerdan en Almería, Amat quiso tener un guiño patriótico en el que cree a pies juntillas: "España es lo más importante y está muy por encima de cualquier interés particular y de partido", además de solicitar, como es su costumbre, "el trabajo de todos para ayudar al Gobierno", convencido de que "vamos a salir de esta situación con matrícula de honor si lo hacemos así".

La presentación de la intervención del presidente popular, corrió a cargo de un Luis Rogelio Rodríguez-Comendador mucho más comedido y alejado del tono que acostumbra. De hecho, comenzó con un inesperado mea culpa a las propias estructuras del partido "que no ha sabido transmitir las medidas que se están tomando, unas medidas que no son la purga de Benito, sino que se trata de sentar las bases que permitirán asentar el futuro de todos".

El alcalde de Almería y senador popular, asumió de inicio "la responsabilidad que tenemos todos desde que somos el primer partido de España y aquel que cuenta con la mayor capacidad de Gobierno de hace muchos años, algo que nos determina a sacar adelante esta dificilísima situación aplicando lo mejor de nuestra parte".

A los asistentes al cónclave del PP, se les entregó un documento con el desglose de unas medidas que pretende ser una guía para tratar de explicar el alcance de las mismas, una serie de recortes (palabra no pronunciada en todas las intervenciones) que van encaminadas a corregir los desequilibrios de haber gastado "lo que no se tenía y, sobre todo de la terrible encuesta del paro que afecta a tantas familias que lo están pasando muy mal".

El primer edil almeriense concluyó con una reflexión sobre la clase política, que reconoció que se encuentra "enormemente devaluada entre la gente, cada vez más y de no corregir de inmediato esta deriva corremos el riesgo de que la gente piense para qué sirven los políticos, volviendo a unas situaciones que no queremos recordar en este país en absoluto. Es un asunto muy peligroso".

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