LAEDICION.NET.-:/ Redacción.-Borja y Blanca se enteraron a través del
programa de Anne Igartiburu (TVE) de que Carmen Cervera
se dirigía a la clínica Ruber Internacional de Madrid la tarde de este
miércoles para conocer al nieto recién nacido. No tenían ni idea de la decisión
de la baronesa, entre otras cosas porque desde hace dos años no mantenían
ningún tipo de relación ni verbal ni escrita. Y por eso ni siquiera avisó de
que ibaocho de la tarde, Carmen Cervera no había dado señales de vida, ni
telefoneado a los recién estrenados padres, ni enviado ningún mensaje por
terceros. De ahí el desconcierto cuando se comunicó en directo que la abuela se
dirigía al hospital acompañada de Antonio Salcedo, que siempre ha mantenido una
relación cordial con Borja, al que conoce desde que nació.
fue
Borja el que salió al encuentro de su madre. Tita y Borja se fundieron en un
abrazo. Fuentes del entorno de la familia aseguran que ambos estaban
muy nerviosos. Minutos después entraron en una habitación anexa donde
estuvieron reunidos durante una hora y media.
Y
las razones para que la baronesa no viera al nieto ni a Blanca son de índole
afectivo. Aún hace falta tiempo para que las aguas vuelvan a su cauce. Borja ya
dijo en su momento que los problemas con su progenitora se arreglarían el día
que “mi madre respete a mi mujer”.
la decisión la tomó el propio Borja, según informan fuentes
del entorno. Blanca no se
opuso a que Tita viera al nieto y dejó en manos de su marido la
elección. El hijo consideró que este era un primer paso para empezar a curar
heridas, pero que de la noche a la mañana no se puede hacer borrón y cuenta
nueva, “sobre todo por el sufrimiento que hemos padecido”. Como en la película
Casablanca, seguramente la visita maternal ha sido el principio de un nuevo
camino que los Thyssen/Cuesta han empezado a recorrer.
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