miércoles, 19 de junio de 2013

Un modelo bipartito de fracaso histórico




Javier Aureliano García, Secretario General del Partido Popular de Almería


LAEDICION.NET.-Mientras que los andaluces sufren directamente las carencias e incompetencias de gestión del pacto bipartito PSOE-IU en la Junta de Andalucía, los señores Griñán y Valderas centran su actividad en la interposición de todo tipo de trabas y maniobras de distracción para que la opinión pública andaluza no conozca toda la verdad de la inmensa trama de corrupción institucionalizada tejida desde el poder socialista para beneficiar en exclusiva a sus amigos y familiares. Haciendo alarde de una proverbial caradura, los partidos coaligados se dedican a taparse mutuamente para ocultar el monumental saqueo de las arcas públicas andaluzas diseñado desde el corazón de la Junta en forma de ERE falsos o la trama de INVERCARIA. Con toda esta estrategia, lo único que consigue Griñán es retrasar artificialmente lo que es inevitable desde el punto de vista judicial. Su única salida digna en estos momentos es la dimisión, antes de verse forzado por el peso de los hechos a salir precipitada e indignamente de la presidencia de la Junta de Andalucía. No es posible seguir manteniendo por más tiempo el discurso absurdo de que en la Junta nadie sabía nada, ni nadie firmaba nada, ni nadie conocía el alcance de las irregularidades que, día tras día, se autorizaban desde el núcleo del poder político de la Junta de Andalucía. De hecho, el ex consejero de Empleo imputado ha confirmado ante la Policía Judicial de la Guardia Civil que José Antonio Griñán conocía el destino de los fondos cuando proponía al Consejo de Gobierno la modificación presupuestaria del fondo de reptiles. Del mismo modo, el chófer que compraba cocaína con dinero de los parados asegura que era Griñán el que llamaba al señor Guerrero para tratar de asuntos relacionados con los delitos que se están investigando. Pero es que con independencia de estas declaraciones, el sentido común señala de un modo indiscutible que no es posible la existencia de una trama organizada en el interior de una administración tan jerarquizada como la Junta de Andalucía sin que los cargos de segundo o tercer nivel que son objeto de las actuaciones judiciales actuasen por su cuenta y riesgo, sin contar con la instrucción directa o al menos la aprobación de sus responsables políticos. Sencillamente, es increíble.

El presidente del PP Andalucía, Juan Ignacio Zoido, se lo decía clarísimamente al presidente de la Junta hace unos días en el Parlamento Andaluz: “Señor Griñán, cuando le miro no veo a un presidente preocupado por sacarnos de la crisis. Veo a un presidente acorralado por la amenaza de quién puede tirar de la manta.” Sinceramente, Andalucía no se merece tener un presidente así. Ni es tampoco lo que más necesita precisamente ahora. Desde el Partido Popular insistimos en que Andalucía tiene que cambiar el rumbo. Andalucía no necesita paños calientes, sino reformas valientes y acertadas. Y ni Griñán ni Valderas pueden ofrecer eso a los andaluces. Andalucía es la Comunidad Autónoma de España con más potencial de crecimiento. Sin embargo, en Andalucía hay más paro y más pobreza que en el resto de España. La conclusión es evidente: las políticas socialistas han fracasado históricamente en Andalucía. No hay futuro para Andalucía con este modelo de bipartito continuador y sostenedor del fracaso.

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