Una niña brasileña que había nacido con anacefalia (sin cerebro), a la que el movimiento en contra del aborto tomó como símbolo en este país, murió a los veinte meses de edad, informó hoy la agencia privada Estado.
La niña Marcela de Jesús Galante Ferrerira falleció el pasado jueves después de un año, ocho meses y doce días de vida, en la unidad de cuidados intensivos del hospital Santa Casa, en la localidad de Franca (Sao Paulo), por parada respiratoria a consecuencia de una neumonía aspirativa.
Según el informe médico, el bebé vomitó leche que le había dado su madre gracias a una sonda. Después contrajo la neumonía por exceso de aspiración de leche, que pasó a sus pulmones y causó la parada respiratoria.
Su madre, Cacilda Galante Ferreira, aseguró estar "tranquila" después de la muerte de su hija.
"Estoy tranquila, no triste, puesto que cuidé de ella hasta cuando Dios quiso. Llegó su hora y fue de repente", aseguró en declaraciones recogidas por Estado.
La madre, que profesa la religión católica, decidió continuar el embarazo a pesar de conocer en el quinto mes de gestación el diagnóstico de anacefalia y de las escasas posibilidades que tenía el feto.
Marcela nació el 20 de noviembre de 2006, en la localidad de Patrocinio Paulista, a unos
Contra todos los pronósticos médicos, la niña sobrevivió a las primeras horas después del parto. Necesitó de la asistencia de una bomba de oxígeno para respirar y una sonda para alimentarse, desde el día del parto y hasta el día de su fallecimiento.
Su caso pronto fue utilizado por las organizaciones religiosas y sociales que luchan contra la despenalización del aborto en Brasil, que solicitaron el endurecimiento de la ley.
La anacefalia es uno de los tres casos que la legislación brasileña reconoce como un motivo legítimo para abortar. Los otros dos son el riesgo de muerte para la madre y la violación.
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