viernes, 3 de octubre de 2008

Asempal entrega sus 'oscars'

Miguel Uribe demandó más "licencias y excavadoras" y menos "cifras y promesas" en referencia a los presupuestos • Criticó al presidente de CEOE y abogó por la libertad de empresa y una mayor unidad
Los galardones provinciales destinados a premiar el espíritu emprendedor, la trayectoria y la continuidad en una actividad productiva, con el riesgo que conlleva invertir, sea cual sea la coyuntura económica, volvieron ayer a escena, por segundo año consecutivo.

La Confederación Empresarial de la Provincia de Almería, Asempal, los puso en marcha el ejercicio pasado como broche de oro al año en el que cumplía el treinta aniversario de su creación, y lo hizo con la vista puesta en darlos continuidad anual.

Fiel a esa filosofía, Asempal conmemoró ayer la segunda edición de sus Premios Empresariales. Estos 'oscars' al espíritu emprendedor reconocen la tarea de empresarios y entidades cuya labor ha destacado en favor de la economía provincial.

Eduardo López Gay, fundador y presidente del Grupo López Guillén durante más de 50 años; Castillo de Tabernas, por su decidida apuesta por la innovación y la calidad a la hora de elaborar su aceite de oliva virgen extra gourmet; y la Unión Deportiva Almería, por la proyección que realiza de la provincia a través de la elite futbolística de la Primera División.

Este ha sido el 'tridente de oro' de los Premios Empresariales de Asempal 2008, en una jornada que estuvo marcada por la delicada situación económica como eje del discurso de los empresarios y de su máximo representante en la provincia, Miguel Uribe.

"Estamos contra las cuerdas, pero no nos vamos a quedar tendidos en el suelo esperando a que nos cuenten los segundos; queremos responder al desafío". Así de contundente arrancó el presidente de Asempal su discurso, con su habitual carácter, tomando al toro por los cuernos. Por ello, abogó por la adopción de medidas "decididas y eficaces" para impulsar la actividad económica y "transmitir confianza a los mercados y a los consumidores".

Y qué mejor manera de hacer frente a la crisis que hacer piña. Cerca de 300 personas entre empresarios y autoridades políticas e institucionales se dieron cita para arropar a un tejido empresarial que necesita, ahora más que nunca, todo el apoyo posible.

No lo entendieron así los trabajadores del metal, que se manifestaron a las puertas de la sede de la patronal por las condiciones del convenio, llevando sus exigencias hasta las puertas del Gran Hotel Almería, centro neurálgico de la entrega de estos premios. Un gesto que no pasó desapercibido entre los empresarios almerienses, que tacharon de oportunista y malintencionado.

A pesar de la que está cayendo, Miguel Uribe hizo hincapié en el potencial que posee la provincia para salir del atolladero. Para ello, puso como ejemplo el crecimiento de Almería, fijado en el 3,1%, "por encima de la media andaluza y española".

Además, hizo hincapié en que Almería posee una de las tasas de actividad más elevadas de España, con una población activa por encima del 62%. Especial referencia para la agricultura, que parece la actividad llamada a rescatar a la economía, cuyos rendimientos continúan, año tras año, dando satisfacciones a la estadística económica provincial (no así a los agricultores, aquejados de descenso en la renta media y damnificados por la espiral alcista de los precios del petróleo y las materias primas).

También hubo tiempo para las reivindicaciones. Infraestructuras, presupuestos, competitividad empresarial, justicia, inseguridad jurídica, innovación y unión. Estos fueron los ejes principales del discurso del presidente de Asempal, que tampoco olvidó la situación que está viviendo la patronal nacional CEOE, mensaje que dejó para el final, resonando en los tímpanos de todos los presentes como una absoluta censura hacia el presidente, Gerardo Díaz Ferrán, y abriendo la puerta a una posible llegada de Santiago Herrero a la casa nacional de los empresarios: "El espíritu de unidad, independencia, cooperación y defensa de la libertad de empresa es, en estos momentos de niebla en las altas esferas del mundo empresarial, nuestra mayor fuerza para seguir trabajando al servicio de las empresas", apostilló.

Minutos antes ya había reivindicado la necesidad de que los Presupuestos Generales del Estado deben traducirse en "licencias y excavadoras", que se han hecho públicos hace dos días. En este sentido, destacó que "estamos hartos de promesas y cifras", en relación al déficit histórico de infraestructuras de comunicación, sanidad y equipamientos que Almería viene demandando año tras año con escasa fortuna.

El exceso de cargas y "burocracia" fue otra de sus quejas. "Las empresas españolas soportamos el equivalente al 3,5% del PIB, según datos de la Unión Europea", explicó.

A esta falta de agilidad administrativa, sumó la lentitud de la justicia y la inseguridad jurídica, motivado por la "falta de medios, la regulación fiscal o la falta de calidad en la formación de nuestros futuros líderes".

Precisamente ese fue uno de los puntos donde enfatizó Uribe, en el talento de las personas. "Hay que invertir en inteligencia para impedir que nos coman el terreno los países emergentes". Todo ello pasa por una mayor apuesta por la investigación y la innovación, como ejes de crecimiento.

El presidente de los empresarios lanzó un guante a administraciones, sindicatos y organizaciones sociales para que, en tiempos como los actuales, con una delicadísima coyuntura económica, "todos arrimemos el hombro y trabajemos unidos".

El periodista Joaquín Segura fue el encargado de conducir el acto, dando paso a la entrega de los galardones en una emotiva velada donde la situación económica fue uno de los temas preferidos de los presentes. Parafraseando a Kennedy, Uribe abogó por afrontarlo con optimismo: "No nos preguntemos qué va a hacer la crisis con nosotros, sino qué podemos hacer nosotros contra la crisis".

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