martes, 10 de febrero de 2009

Mar Flores, la amiga de la amiga, en el paraíso, y la cláusula nº 5

Ha sido quien aconsejó a Mar García Vaquero aguantar los momentos difíciles con su poderoso amante así como la cita de Punta Cana, que figura en la agenda también de Carlos Slim.

La escapada de Navidad de Mar Flores con sus amigas Begoña y su hermana Mar García Vaquero, la amiga de Felipe González, se ha convertido en unas vacaciones de larga estancia. Junto a las aguas turquesas y las playas de arena blanca de Punta Cana, Mar Flores se ha instalado para hibernar. Es su forma de enfrentar la crisis que parece haber afectado a los negocios de su marido, Javier Merino, quien por cierto se ha visto obligado a vender su avión privado por culpa del desplome de las inmobiliarias.

Mientras Merino intenta reflotar su economía en Santo Domingo, Mar y sus hijos Mauro y Beltrán disfrutan de todo el lujo de la zona más turística de Repúblicana Dominicana. El mayor comparte kindergarten con los peques de Julio Iglesias y Miranda y ella se dedica a cuidar ese cuerpo serrano que cumplirá cuarenta años esta primavera.

Y todo ello después de poner fin a una batalla legal con su ex, Carlo Constanzia, que acudió a Telecinco para pasarse cerca de una hora atacando a la periodista Paloma Barrientos. Fíjense hasta qué punto estuvo enigmático y borde el ex superviviente de la edición que ganó Nilo Manrique, que Jordi González le despidió con un apretón de mano y un "gracias por venir para no contar nada".

Incluso le llegó a preguntar: "¿Pero no habías venido a contar lo de la custodia?". Y desde luego, si no es por Paloma Barrientos, que aguantó como el santo Job los ataques de Constanzia, los espectadores de La Noria se hubieran acostado igual que estaban. En un rapidísimo resumen de Jimmy Giménez-Arnau, el tema es que Mar Flores ha tirado la toalla y Constanzia ha obtenido, después de 15 años de pelea, la custodia de su hijo de Carlo, de 16 años, que se ha ido a vivir con el a Italia.

Todo el afán de Constanzia era demostrar que Flores había roto el acuerdo de la famosa cláusula nº 5 de la sentencia que hizo leer palabra por palabra a un resignado Jordi González, en la que el ex matrimonio se compromete a no hablar en ningún medio de comunicación de su hijo en común.

"¿Y qué haces tú aquí?", le espetó Lydia Lozano. Pues eso pensaron los espectadores. Su único afán, y es verdad que el en ningún momento habló de su hijo con Flores, fue intentar demostrar que su ex mujer había traicionado el acuerdo a través de Barrientos, bien directamente, bien a través de terceras personas. La periodista, evidentemente, no reveló sus fuentes y se defendió sin perder en ningún momento los papeles, algo realmente encomiable tendiendo frente a sí a una persona tan difícil como Constanzia.

¿Y la guinda del pastel? El italo-argentino y no aristócrata, fueron los dos únicos datos interesantes que dio en toda la noche, repartirá el dinero cobrado en Telecinco entre 22 familias que le estén pasando mal por culpa de la crisis. "Siempre luché contra las injusticias y cuento con el cariño de la gente de la calle. Esta es mi manera de agradecérselo", aseguró antes de que González le despidiera con la frase antes citada.

A las tres horas y pico de Farruquito en DEC, de las que informó La edición Digital, se sumó esta nueva entrega de Mar Flores, maquiavélica y con contactos en su agenda, replegada en el Caribe, pero muy presente entre las amistades íntimas de la nueva relación sentimental de Felipe González. En unos asuntos, Mar cedió, pero en otros espera subirse a la ola del poderoso amigo llegado al clan de los Trapote a lo que también ha conectado con Carlos Slim y su nueva compañera sentimental, la reina Noor de Jordania, el sabroso asunto que destapó este fin de semana El Mundo. ¿Se puede pedir más?

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