REDACCIÓN.-A.RICO Roures explota todos los canales para rentabilizar sus derechos deportivos El gobierno decidió el pasado 13 de agosto y por carácter de urgencia aprobar la TDT de pago. La urgencia obedecía al comienzo de la Liga el 30 de agosto por mucho que el gobierno lo niegue. Se trata de poder ofertar una salida comercial a los derechos deportivos adquiridos por Roures –el empresario mediático amigo de Zapatero- a precios de escándalo.
Pues bien, Roures no escatima medios para buscar rentabilizar sus derechos. Lo último ha sido acordar con Jazztel la posibilidad de poder disfrutar de Gol TV por 14,90 euros al mes desde el 1 de septiembre. En septiembre empezará Roures a exprimir esos derechos. Y ya veremos a ver si logra sacarles suficiente jugo como para convertir en rentables sus empresas. La locomotora europea está gripada, aunque sólida. El proceso interanual a junio era del 7,1%. Una caída potente en la actividad de la mayor industria mundial. Sin embargo, el déficit de las cuentas públicas se mantiene relativamente moderado: un 1,5%. Claramente por debajo del 3% que marca el Pacto de Estabilidad. Y desde luego, mucho mejor que la situación española. Los alemanes son muy conscientes de que su economía sostiene el euro. Pero eso no es eterno. No es competencia exclusiva de ellos.
Por su parte, el paro alemán se mantiene relativamente moderado en comparación al español. Todo esto apunta a que otra política económica es posible. A pesar de la dureza de la crisis, Alemania no ha destruido empleo como nosotros y mantiene una envidiable salud en sus cuentas públicas. La diferencia, además de las estructurales entre ambos países, es la que marca Merckel frente a Zapatero. No es lo mismo. Y eso es lo que ha permitido que el PIB alemán suba en el último trimestre un 0,3%. Moderado, pero subida.
No fue poco lo que inyectó el Estado holandés para garantizar la viabilidad –y mejorar la solvencia- de ING. Ahora, con esa respiración artificial, el banco holandés se dispone a abrir 50 oficinas físicas en el país para que los clientes puedan poner ‘cara y ojos’ a su banco. Eso sí, el objetivo es captar liquidez española para otorgar créditos en Holanda.
Las entidades españolas se han quejado de lo que supone una práctica de competencia desleal y de ruptura del mercado. No se puede competir en igualdad de condiciones contra una entidad mejorada en su solvencia por un Estado. Y desde luego, quiebra todo principio de unidad de mercado eso de que se capte dinero en un país para prestarlo en otro. Eso ocurría en el caso español: se recogía liquidez en Holanda y Alemania principalmente para prestar en España. Pero en movimiento –probablemente erróneo u exagerado- obedecía a criterios de mercado, no a directrices marcadas desde un ministerio.
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