miércoles, 2 de diciembre de 2009

El patinazo de chacón con el PP


LAEDICION.NET.-REDACCIÓN.-D.M- La dimisión de Alberto Saiz al frente del CNI fue, junto con la retirada de las tropas de Kosovo y el secuestro del Alakrana, uno de los capítulos más controvertidos de la aún corta etapa de Carme Chacón al frente del Ministerio de Defensa.

En su día, y hasta que el 2 de julio la ministra se cobró la pieza después de un reguero de escándalos convenientemente filtrados desde dentro a El Mundo, a Chacón el asunto le dio más de un serio quebradero de cabeza. Y ahora, con el asunto fuera del panorama mediático, la catalana no está dispuesta a que se los siga dando.

Defensa ha echado el cerrojazo al "Caso Saiz", pese a los continuos intentos del PP por tratar de esclarecer las muchas preguntas que aún no tienen respuesta en torno a su gestión y a su relevo en el CNI. Y todo apunta a que nunca las tendrán.

El Gobierno acaba de remitir a la portavoz del PP en la Comisión de Defensa del Congreso, Beatriz Rodríguez-Salmones, un escrito en el que se le informa -según ha constatado este periódico- de que las investigaciones emprendidas por Defensa para aclarar las responsabilidades de Saiz llevan a un único puerto: de ellas "no se desprende ninguna actuación ilegal" del ex director del CNI. Entonces, ¿por qué su marcha?

El escrito gubernamental es el último capítulo de la búsqueda de razones que emprendieron los populares y que Defensa ha entorpecido de forma descarada negándose a ofrecer información. Tras la marcha de Saiz, Chacón encargó un informe a los suyos sobre el caso que el PP pidió en septiembre por la vía parlamentaria. El Ministerio desoyó totalmente la petición, hasta el punto de que a principios de noviembre Soraya Sáenz de Santamaría le presentó al presidente del Congreso, José Bono, un recurso de amparo demandándole que mediara para que el Ejecutivo cumpliera con "su obligación" de "contestar en tiempo y forma a las peticiones de la oposición". Poco consiguieron los populares.

El pasado 3 de noviembre, el sucesor de Saiz, Félix Sanz Roldán, compareció por primera vez en el Congreso desde su nombramiento. Se suponía que debía arrojar luz sobre uno de los capítulos más oscuros de la historia del CNI, pero los partidos de la oposición salieron de allí con las mismas dudas. Todo lo más que hizo Sanz Roldán fue explicar que a su llegada al CNI encargó una auditoría de los servicios de espionaje, pero sin entrar en la gestión de su predecesor porque según él no era ése su cometido. Es más, el máximo responsable del Centro negó tener conocimiento alguno del informe que había elaborado Defensa.

A la vista está que a Chacón no le interesa desempolvar un caso tan peliagudo.


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