LAEDICION.NET.-Cada día que pasa se van conociendo nuevos detalles de la rentable -para ambas partes- relación entre José Bono y Rafael Santamaría, el dueño de Reyal Urbis, la promotora que no por casualidad aparece vinculada a diversas operaciones inmobiliarias de la familia.
Si sorprendió que la empresa acordara una permuta claramente beneficiosa para el presidente del Congreso -que se llevó dos chalés a cambio de un viejo piso en Madrid-, o que Reyal Urbis pagara la decoración de la habitación de la hija menor de Bono porque la mujer de Santamaría es su madrina -ésa ha sido la explicación que ha dado-, la información que este lunes publica El Mundo no le va a zaga.
Y tratándose del periódico de Pedrojota, amigo personal del ex ministro de Defensa, tiene aún más miga. Según el diario, una de las hijas de Bono, Ana, ha ejercido de apoderada de una filial de Reyal Urbis. Concretamente de Dehesas de Guadalajara, cuyo presidente es también Rafael Santamaría. La vicepresidencia la ostenta la mujer de éste.
Sucedió cuando Ana Bono Rodríguez apenas tenía 25 años y estaba recién licenciada en Derecho. Compareció en el Ayuntamiento de Guadalajara como apoderada de dicha empresa, en el marco de la operación inmobiliaria de Valdeluz. El proyecto contemplaba la construcción de más de un millar de viviendas junto a la estación del AVE.
El Mundo aporta en la información la copia de al menos un documento presentado por la joven hija de Bono que se custodia en el Registro Municipal, así como las actas del Ayuntamiento. En esos momentos, meses antes de las elecciones municipales de 2007, el alcalde era el socialista Jesús Alique, actual diputado y ex presidente de la Diputación provincial. Tras algunos problemas, el pplan salió adelante en julio de 2007, con el PP ya gobernando la ciudad.
El entorno de Bono da la siguiente explicación en las páginas del rotativo: "Es verdad que ella trabajó recién licenciada en el gabinete jurídico de Reyal Urbis (...). Ana intervino en un trámite de plazos en Guadalajara porque su superior no se encontraba en esos días. Su intervención en esa promoción inmobiliaria se limitó a presentar un escrito para un asunto de plazos, nada más", argumentan.
Éste no es el único dardo que le lanza este lunes El Mundo al presidente del Congreso, sino que también le dedica uno de sus editoriales al hilo de la carta publicada un día antes por Bono en El País defendiendo a Baltasar Garzón. En Bono injuria al Supremo en defensa de Garzón el rotativo sostiene cosas como éstas: "El artículo publicado ayer -por el domingo en El País por Jose Bono, presidente del Congreso, sobrepasa todo lo tolerable y se inscribe dentro del terreno de las injurias al Tribunal Supremo y al Consejo del Poder Judicial". "Bono ha pasado de la imprudencia de los ostentosos abrazos a Garzón a las insinuaciones intolerables contra esas dos instituciones, a las que equipara sutilmente con la Falange y la extrema derecha". "Todo el artículo de Bono destila puro veneno puesto que contrapone la actuación de Garzón, al que presenta como un juez que ha rendido extraordinarios servicios a la patria, con la mezquina actitud de los jueces del Supremo".
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