sábado, 8 de mayo de 2010
Raphael llena el Maestro Padilla y encandila a sus fans con un gran concierto con sus temas preferidos
El artista se mostró encantado de volver a Almería para celebrar sus 50 años sobre los escenarios
LAEDICION.NET.-Lleno absoluto el viernes en el Auditorio Municipal Maestro Padilla para disfrutar de un concierto de Raphael. El público vibró durante casi tres horas con las canciones de este gran artista, que hizo un extenso repaso a sus grandes temas en estos 50 años que lleva sobre los escenarios. Desde el primer minuto hasta el final, el público estuvo entregado al cantante. Por su parte, Raphael puso mucho oficio, trabajo y esfuerzo sobre el escenario para interpretar hasta 34 temas.
El cantante de Linares fue el dueño y señor del escenario en todo momento, acompañado por su pianista Juan Esteban Cuacci, que también estuvo magistral. El inicio fue apoteósico. Un Raphael que aparecía en el escenario, y sin haber cantado, ya tenía las primeras filas del Maestro Padilla en pie. Ese carisma que tiene este gran cantante fue aún mayor cuando sin música entonó la letra de Cantares, de Antonio Machado.
Tras los primeros aplausos irían llegando canciones como Ahora, La Noche, Precisamente tu, Inmensidad, Mi gran noche y Digan lo que digan. “Parecía que no, que no iban a llegar, pero han llegado. Estos son mis primeros 50 años sobre el escenario”, comentó Raphael. “Suena fuerte eso de 50 años, mira que si llegamos a los 100 años”, bromeó con el público.
Luego hizo canciones que ya forman parte de la historia de este país como eran Provocación, Hablemos del amor, Te estoy queriendo tanto y Yo sigo siendo aquel. “Es un placer estar de nuevo en esta ciudad donde siempre me han tratado muy bien”. El cantante se veía que se encontraba muy a gusto en Almería. También se acordó de sus imitadores, a los que envió un mensaje. “Jamás he recibido de mis imitadores ni una peseta antes, ni ahora un euro, de derechos de autor”.
Pero Raphael lo que quería era agradar a su público y por ello fue emotivo cuando entonó la canción Gracias a la vida. El público llegó a ponerse en pie puesto que este tema significa mucho para Raphael después de su trasplante de hígado. Claro que los temas donde se toma el pulso del concierto llegarían con Escándalo o Maravilloso corazón. Aunque estuvo magistral cuando cantó Que sabe nadie.
Hubo momentos en la noche especialmente excepcionales como fue comprobar como con la pierna rompe un espejo precisamente cuando acababa de interpretar Frente al espejo o ver como en algunos temas se sentaba en el piano. El final no pudo ser más espectacular con las canciones Como yo te amo y Yo soy aquel.
El público pasó una velada inolvidable, disfrutaron de Raphael y salieron contentos. Una noche de música perfecta.
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