"Me siento muy desgraciada"
Toñi Salazar denuncia a su ex representante
LAEDICION.NET.-D.M.-"Sigue siendo igual de dulce aunque en su primer trabajo en solitario asegura que tiene “Zero azúcar”. Toñi Salazar acaba de presentar su primer disco como solista. Un álbum que supone un grito de vitalidad, de frescura y desenfado en el que se encuentran canciones de diverso estilo musical. Para tamaño proyecto ha contado con los mejores profesionales. No ha dejado nada al azar. Ni siquiera las instantáneas del libreto de canciones y la espectacular portada que ha realizado Juan Carlos Alonso, un prestigioso fotógrafo que ha inmortalizado a grandes personalidades de las escenas. Todo es jolgorio y diversión. Dicen que, incluso su crisis con Roberto Liaño está siendo menos dolorosa. Toñi tiene todas sus energías puestas sobre esta nueva aventura profesional, a pesar de que reconoce que el camino no ha sido un camino de rosas: “hay una mano negra detrás de mi, te ponen la zancadilla constantemente para que no pueda levantar cabeza en el mundo de la música”, me reconoció hace ya algún tiempo. Por aquel entonces, Salazar estaba inmersa en la grabación de su primer disco y no dudó en reconocerme que sentía miedo, temor o dudas sobre la repercusión de su trabajo. Y no porque no tenga validez o fuerza, sino porque son momentos muy difíciles para una profesión que vive entre sofoco y ahogamiento. Pero ella no se viene abajo. Lleva luchando desde la cuna y vive intensamente cada una de las experiencias que le tocan vivir. Es, a pesar de los pesares, una mujer llena de vitalidad y con mucha energía.
Cambia a un representante por otro
Sin embargo, tanta felicidad se ha empañado por un conflicto que ha terminado en los tribunales. Toñi Salazar ha decidido denunciar a Manuel Otero, su ex representante, por incumplimiento de contrato. La situación era insostenible. Entre otras cosas, me cuentan que su ex representante poco o nada se preocupaba por sacar su carrera hacia delante. Eran los programas de televisión los que insistían en contratarla y la telefoneaban directamente. Quizás por eso, coincidiendo con un momento de crisis económica generalizada, Toñi decidió cerrar el grifo. No es una ONG y no necesita que nadie se lleve un porcentaje sin que mueva las pestañas. Y, por si fuera poco, el conflicto alcanzó tintes surrealistas cuando anoche, durante la fiesta que organizó la cantante para mostrar a los medios de comunicación su nuevo trabajo, Manuel se presentó allí y montó la marimorena. Insisten en que semejante paripé estaba urdido para justificar la presencia del maromo en el programa que Jaime Cantizano conduce en Antena Tres. Sospechoso. Por eso se entiende que Toñi esté enfadada y muy triste: “Me siento una desgraciada porque este señor me quiere hundir en la miseria. Me está haciendo mucho daño y no lo entiendo. La única que puede hablar soy yo”, me contó con una voz quebradiza y algo congestionada. No entiende cómo es posible que habiendo confiado en él, ahora le de la vuelta y arremeta contra ella. Pero hablará, y tanto que hablará. Y temblarán los cimientos. Habrá que esperar.
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