Un fallo en el cálculo de los anclajes pudo causar el accidente del Tibidabo

Un fallo en el cálculo del peso que podían soportar los anclajes de "El Péndulo" se perfila como una de las principales hipótesis de la caída de la atracción del parque del Tibidabo de Barcelona, en la que ayer murió una niña de quince años.
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EFE
LAEDICION.NET.-D.M.-Según han explicado fuentes cercanas al caso, de acuerdo con las primeras investigaciones efectuadas por los técnicos la caída de la atracción pudo obedecer a que sus anclajes eran insuficientes para soportar el peso del brazo -del que cuelga la cabina con sus cuatro ocupantes-, lo que acabó con el tiempo por arrancar de cuajo la base de "El Péndulo".

Los técnicos a los que el Parque de Atracciones del Tibidabo ha encargado la investigación del siniestro han revisado hoy los materiales de los que están hechos los anclajes de la atracción y han descartado la hipótesis de que cedieran al haberse oxidado o deteriorado por el paso del tiempo.

Por tanto, las primeras hipótesis apuntan a un fallo de las mediciones que efectuaron los ingenieros responsables de los anclajes de la atracción para calcular el peso que éstos podían soportar.

El montaje de la atracción 'El Péndulo' del Tibidabo necesitó tres días de trabajo y fue llevado a cabo por cinco técnicos italianos y un ingeniero. La instalación llegó de Italia el 26 de julio de 2006 y entró en funcionamiento en agosto de ese año, en aquel momento fue la primera atracción de estas características que se ponía en marcha en España.

Consta de un brazo articulado de 25 metros de longitud que sujeta una góndola con una capacidad de cuatro personas por trayecto, cabina que se deja caer de forma controlada desde una altura de 40 metros.

Los ocupantes son primero elevados para después ser soltados, tras conseguir una velocidad de 100 kilómetros por hora en menos de 2,8 segundos, y soportar una fuerza de la gravedad de 4,5. Un vez finalizada la fase de caída al vacío, la góndola describe un movimiento pendular de unos cincuenta metros de recorrido.
Según este diario, sus dos hijas de catorce y dieciséis años podrían ser uno de los detonantes de tal decisión. Las jóvenes, conocidas en todo el mundo por el atuendo gótico con el que se fotografiaron con la familia Obama hace casi un año, han desarrollado en el último año una "rebeldía extrema" que está preocupando mucho al presidente y su esposa, Sonsoles Espinosa.
Según el diario, que señala fuentes de toda solvencia, las chicas se han negado a seguir un tratamiento médico alimentario bajo la supervisión de un prestigioso endocrino de Madrid. La preocupación en el entorno doméstico del presidente es máxima, y las jóvenes podrían ser una de las causas principales de que el presidente no se presentase a una posible reelección "por motivos estrictamente familiares".
"Las chicas, especialmente la mayor, no se adaptan a la vida en La Moncloa", comentan las fuentes de La Gaceta. Es algo que ya ha pasado con los hijos de anteriores presidentes del Gobierno. No obstante, la estética "gótica" de las jóvenes y su creciente rebeldía está inquietando sobremanera al matrimonio.
La Gaceta señala también que a ello se unen los problemas de sobrepeso de las niñas, algo que ha llevado a Sonsoles Espinosa a consultar con un especialista endocrino, "como hacen tantas madres en una situación así". Las jóvenes se han resistido al máximo a someterse a la dieta, aconsejada en estos casos por motivos de salud y no estéticos, de modo que el especialista no llegó a tratarlas.
La foto con el matrimonio Obama, que fue un verdadero terremoto mediático, desestabilizó muchos a las jóvenes, dicen las fuentes de La Gaceta. Y Sonsoles Espinosa, en una reciente entrevista en Vanity Fair, no ocultó su malestar. "Se siente enjaulada en Madrid, como en una sartén hiviendo", aseguraban.
Señala además La Gaceta que hay otra imagen reciente de ambas que no ha salido a la luz. Fue durante la reciente victoria de la Selección española en el Mundial, y está guardada celosamente en el cajón de una agencia de noticias, después de que el entrono de Zapatero ordenase no distribuirla.