NO CONTESTÓ A LA PRENSA
LAEDICION.NET.-D.M.-Durante la última jornada de Madrid Fashion Week, la novia del cantante se mostró agria, desafiante y muy maleducada. No respondió a las preguntas de los informadores, aunque tampoco quiso inmortalizarse con seguidores de la prensa del corazón. Se mantuvo altiva hasta el final del desfile. Ni siquiera supo agradecer a los medios que se congregaran a su lado para reseñar su presencia en las crónicas. Está sufriendo una metamorfosis. No es la misma. Elena Tablada ya no es aquella mozarrona de carácter afable y tremendamente cercana que atendía a los medios de comunicación ante polémicas, dudas y reconocimientos. Elena ya no es la joven que conocimos cuando su relación con David Bisbal empezaba a dar sus primeros coletazos. Se ha transformado en un ser huraño, cabizbajo, ciertamente borde y con unas ínfulas de grandeza poco o nada adecuadas. Desplanta a los medios de comunicación, se cree una diva que nunca ha sido, y otea con cierta reminiscencia. Parece que perdona vidas cuando los periodistas le preguntan. Intenta sobreproteger una intimidad que ha ventilado en un sinfín de ocasiones. Y lo que te rondaré morena.
Está equivocada. Durante la última jornada de Madrid Fashion Week, la novia del cantante se mostró agria, desafiante y muy maleducada. No respondió a las preguntas de los informadores, aunque tampoco quiso inmortalizarse con seguidores de la prensa del corazón. Se mantuvo altiva hasta el final del desfile. Ni siquiera supo agradecer a los medios que se congregaran a su lado para reseñar su presencia en las crónicas. Nadie entiende su actitud, pero lo que ella no sabe es que con semejante desasosiego está ensuciando, hasta límites insospechados, el carácter bonachón de su compañero sentimental. La caída va a ser golosa.
Opina sobre esta noticia gracias
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario