sábado, 20 de noviembre de 2010

Los médicos de familia aconsejan a la población volver a los hábitos alimenticios de nuestros padres y abuelos

• Comprar productos naturales, frescos y de temporada en mercados o pequeños comercios y optar por los asados, los guisos o los platos al vapor son algunas de las recomendaciones para mantener un buen estado de salud
• Para semFYC es imprescindible fomentar una educación dietética como parte de los hábitos de vida saludable de los pacientes que acuden al centro de salud
• Los mitos y verdades en torno a la alimentación, los alimentos funcionales y los cambios en las recomendaciones nutricionales son algunos de los aspectos que se abordarán en estas Jornadas

LAEDICION.NET.-Médicos de familia debaten sobre hábitos dietéticos de la población en el marco de las JORNADAS DE ACTUALIZACIÓN EN MEDICINA DE FAMILIA
Hotel Sercotel Sorolla Palace (11 y 12 de noviembre de 2010)
España ocupa el tercer puesto en prevalencia de obesidad en el mundo, tras Estados Unidos y Reino Unido
Madrid, 11 de noviembre de 2010.- En España, al igual que en otros países desarrollados, los hábitos alimenticios han empeorado. Llevamos dietas poco equilibradas, los adolescentes cada vez consumen más comida rápida, realizamos escasa actividad física y cada vez llevamos una vida más sedentaria. Actualmente nuestro país, con una tasa del 13.9%, ocupa el tercer puesto en prevalencia de obesidad en el mundo, tras Estados Unidos (22,5%%) y Reino Unido (17%)1.
En este contexto, los médicos de familia aconsejan a la población volver a los hábitos alimenticios y costumbres de nuestros padres y abuelos, como por ejemplo comprar productos naturales, frescos y de temporada, preferiblemente en mercados o pequeños comercios y optar por una forma de preparación sencilla como son los asados, guisos y los platos al vapor. “Además es importante saborear las comidas en familia e incluir un plan de ejercicio físico adaptado a las condiciones de cada uno y, si es posible, compartirlo también con el entorno más cercano, sobre todo cuando se tienen niños pequeños”, afirma la doctora Joima Panisello, coordinadora de un encuentro con el experto dedicado a revisar el impacto que los hábitos alimentarios tienen en la salud en el marco de las Jornadas de Actualización en Medicina de Familia, que durante hoy y mañana se celebran en el Hotel Sercotel de Valencia. Estas jornadas, que cuentan con la colaboración del Instituto de Formación Novartis, han sido organizadas por las Sociedades Española y Valenciana de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC y SVMFIC). “Una reunión”, señala el doctor José Zarco, director de las Jornadas, “que ha conseguido constituirse como un referente formativo a nivel nacional para los médicos de familia. A lo largo del año organizamos seis ediciones en diferentes ciudades españolas, lo que pone de manifiesto el gran compromiso que tenemos tanto con nuestra profesión, como con la población. Una mejor formación redundará en una atención de mayor calidad a nuestros pacientes”.
“Por ello, desde el Instituto de Formación Novartis junto con semFYC, queremos promover la formación de los médicos de familia para actualizar sus conocimientos en relación a las problemáticas actuales, como es en este caso el consumo de alcohol entre la población juvenil”, comenta Pedro Fuente, representante del Instituto de Formación Novartis, y afirma que “por esta razón, hace más de 10 años que impulsamos las Jornadas de Actualización de Medicina de Familia”.
En el caso concreto de la alimentación, para el doctor Zarco, es fundamental crear en la población unos hábitos dietéticos saludables. “En este sentido -añade-, el papel del médico de familia es clave, tanto por su cercanía como por el contacto continuo con el paciente y su entorno. Frente a los hábitos insanos de la población es imprescindible integrar una educación dietética y nutricional que forme parte de los hábitos de vida de los pacientes que pasan por nuestra consulta”.
Recuperar la dieta mediterránea
Los datos disponibles sobre hábitos dietéticos en España indican que en los últimos años se ha producido una evolución de la dieta mediterránea tradicional (rica en verduras; legumbres y fruta; pescado y aceite de oliva; con un consumo ocasional de vino; una ingesta baja de lácteos y azúcares simples y un consumo prácticamente nulo de alimentos preparados) hacia patrones alimenticios propios de otras sociedades occidentales, con un aporte más elevado de grasas de origen animal, en detrimento de los hidratos de carbono complejos y de la fibra vegetal.
De hecho, el mayor consumo de comida rápida o fast-food, se relaciona directamente con el aumento de las enfermedades cardiovasculares, debido, en parte, a la disminución de antioxidantes que ingerimos en los alimentos. Los antioxidantes, sustancias presentes tanto en la dieta como en el organismo, se encargan de contrarrestar el daño oxidativo generado, fundamentalmente, por los radicales libres. “Al consumo de frutas y verduras debemos añadir alimentos ricos en antioxidantes, como son las nueces, los cereales, la soja, las aceitunas y el aceite de oliva. Si consiguiéramos que toda la población aumentara el consumo de frutas, verduras y hortalizas hasta alcanzar los 600 gramos al día, se reduciría en más de un 30% el riesgo cardiovascular y de desarrollar un tumor”, asegura la doctora Panisello.
“No obstante –continúa-, por muy sano que se coma, si la ingesta calórica supera el gasto energético, se inducirá al sobrepeso u obesidad, que siempre es desaconsejable. Por lo que llevar una dieta equilibrada, realizar ejercicio físico regularmente y evitar el consumo de alcohol y tabaco son claves en la prevención primaria y secundaria de las enfermedades cardiovasculares, una de las principales causas de muerte en nuestro país”.
Prevenir la obesidad
Casi el 14% de la población española es obesa y cerca de un 17% de los pacientes que acude al centro de salud presenta este problema. Una enfermedad directamente relacionada con los estilos de vida y que, según los expertos, es muy difícil de tratar una vez instaurada, por lo que es necesario prevenirla. “Todas las personas obesas”, explica la doctora, “necesitan un programa individualizado que incluya dieta y ejercicio. Últimamente se están llevando a cabo estudios en Estados Unidos sobre los beneficios de hacer pequeños cambios, que se van incorporando a la vida diaria de estas personas, evitando las modificaciones muy drásticas que al final llevan al paciente a abandonar el tratamiento. Por ejemplo, sería andar 2000 pasos extra al día, utilizar las escaleras en vez el ascensor y sustituir algunos alimentos por otros bajos en calorías como el yogur, los zumos, etc.”.

10 CONSEJOS BÁSICOS DEL MÉDICO DE FAMILIA PARA UNA ALIMENTACION SALUDABLE
• Mantener un horario para las comidas principales.
• Masticar despacio los alimentos.
• Consumir una gran variedad de frutas y verduras, hasta 600 gramos diarios.
• A partir de los 2-4 años de edad la ingesta de lácteos debe ser a través de productos desnatados o bajos en grasa.
• Escoger “grasas saludables” como el aceite de oliva, mejor si es “virgen”, por su mayor riqueza en antioxidantes.
• Consumir pescado, especialmente azul, 3 ó más veces por semana.
• Las carnes con un menor aporte graso y, por tanto, más recomendables son las de pollo, pavo, conejo y avestruz.
• No olvidar que los refrescos y bebidas azucaradas tienen muchas calorías y si abusa de ellos le harán ganar peso.
• Realizar al menos 4 veces a la semana, durante cuarenta minutos al día, algún ejercicio físico, adaptado a su condición física.
• Deben evitarse los remedios milagro, y las dietas no recomendadas por los médicos o profesionales sanitarios.
(1) Datos del estudio enKid, de la Asociación Internacional para el Estudio de la Obesidad

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