martes, 11 de octubre de 2011

Avalar la democracia

Pedro Ruiz, Secretario Povincial de PA.
La reciente reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) pactada entre el PSOE y el PP, obliga a los partidos que no tienen representación en las Cortes Generales actualmente, a que presenten la firma de al menos el 0,1% del censo electoral para poder presentarse a las elecciones del próximo 20 de noviembre.
Es por eso que el Partido Andalucista recorre en estos días la provincia de Almería, pidiendo a los ciudadanos una firma con la que avalar la democracia, mientras que en el Tribunal Supremo tenemos solicitada la suspensión cautelar de este sistema que en nuestra opinión es injusto y anticonstitucional.
Lo primero que queremos explicar, es que firmar no supone nada más que decir “quiero que el Partido Andalucista se pueda presentar a las elecciones”. Sólo significa eso, nada más; ni es compromiso de voto, ni obliga absolutamente a nada más.
Avalar la candidatura del PA es avalar la democracia, avalar que a las elecciones se presenten todos aquellos que quieran hacerlo, y que luego serán los ciudadanos, libremente, quienes elijan a sus representantes. Entendemos que meter filtros en ese proceso es alterar la democracia, hasta extremos insospechados; como por ejemplo, se da el caso de que un partido político catalanista con representación en el Congreso, puede presentar lista por Almería sin buscar avales, o un pequeño partido que logre un único escaño por Albacete o Soria puede concurrir también por Almería sin necesidad de presentar avales. Pero los andalucistas necesitamos esas firmas. Insisto, nos parece injusto e inconstitucional.
La excusa puesta por los dos grandes partidos centralistas, que curiosamente, sólo se ponen de acuerdo en este tipo de cosas -recordemos el reciente escándalo por acordar que los políticos supervisaran previamente las informaciones que debían salir en RTVA-, es que hay que ahorrar en papeletas y sobres, y que existen organizaciones que hacen un uso espúreo del censo electoral. Ninguna de las dos cosas se soluciona con este filtro, ya que es tan fácil como reducir el número de papeletas a disposición de los partidos (además, los grandes hacen las suyas, por lo que podría incluso no contar con las hechas con fondos públicos), y por otro lado, si alguien hace un uso indebido del censo electoral, pues sencillamente, se le aplica la legislación vigente.
Es decir, que lo único que se está buscando es afianzar el bipartidismo, que es algo que tradicionalmente ha perjudicado a Andalucía. A nosotros no nos defienden ellos. Lo hemos visto recientemente con las declaraciones del presidente catalán Artur Màs sobre las malas notas de los niños andaluces en Lengua castellana y el hecho de que no nos entiendan cuando hablamos ese idioma. Resulta que se indigna el PP, en cuyas filas están Esperanza Aguirre, Alejo Vidal Quadras o Alicia Sánchez Camacho, que también insultaron nuestra identidad nacional. Y resulta que sale en nuestra defensa el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, quien a pesar de tantos años en nuestro país, no ha presentado ni un mínimo acento andaluz en su modo de hablar, y además representa a un partido que después de casi 35 años gobernando esta tierra, mantiene a nuestros escolares en los últimos lugares del escalafón a nivel educativo de toda Europa.
A nosotros, a los andaluces de “a pie”, ellos, unos y otros, no nos defienden, se defienden a si mismos, como estamos viendo con los asesores de la Diputación.
El Partido Andalucista no te pide que compartas su ideológica política, sólo que avales con tu firma su derecho a participar en las próximas elecciones generales, para que se enriquezca el panorama político, para que estén presentes más voces, tantas voces como los ciudadanos quieran... para que en Andalucía el Arco Iris político no se vea solo en blanco y negro, socialmente ya superado, sino con todos los matices de nuestra realidad; pero que lo decidan el 20 de Noviembre los ciudadanos en libertad, en democracia.

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