Terelu no enseña nada

LAEDICION.NET.-DANIELLA MONTENEGRO.-mucho ruido y pocas nueces. La tan esperada aparición de Terelu Campos en Interviu se queda en unas fotos insinuantes, con lencería negra, taconazos y un tanga que deja ver parte de la zona donde la espalda pierde su casto nombre. Quizá esa foto de la piscina sea la más interesante. No entendemos las lágrimas de Terelu pensando en cómo se tomaría el reportaje su madre, porque hay veces en que los escotes que lleva muestran más de lo que aparece en la revista.
En la entrevista que acompaña a las fotos, realizada por Ángel Antonio Herrera, la presentadora reconoce que le da cierto morbo convertirse en poster de cabina de camionero, y que siempre se ha sentido deseada. No quería dejar pasar la oportunidad de salir en Interviú, porque había llegado el momento de decir “ahora o nunca”. En el amor se considera extremadamente fiel, no se arrepiente de haber querido, porque lo considera “un patrimonio. No hay quien te lo quite” aun cuando haya quien piense que has querido a la persona equivocada. Y entrando en materia sexual, detesta programar los momentos sexuales “me gusta el sexo a deshoras. Lo encuentro más satisfactorio”.
Dice que es de las de “no sin mis tacones” y que le hubiese gustado ser morena con ojos negros. Valora mucho el ir bien peinada, por encima de ir bien maquillada. Aunque cada vez va menos a la peluquería porque no dejan fumar, y confiesa que fuma demasiado. De hecho, si de algo se arrepiente en esta vida es de haber cogido por primera vez un pitillo.
Preguntada por si está superando lo de ser “hija de la Campos”, entiende que es una privilegiada, pero que también ha pagado un gran peaje profesional. Le gustaría que, en vez de compararla con su madre, la hubiesen comparado “con mis iguales. Y entonces, ya habríamos visto”. Detesta el término “telebasura” y lo tiene muy claro “la tele no existe sin la sociedad. Quien llama basura a un programa, llama basura a la sociedad”.