lunes, 12 de diciembre de 2011
El Medio Oriente
Mientras Europa se devana los sesos en busca de soluciones a la crisis, esta semana es clave, los nubarrones que se perfilan en el horizonte oriental se hacen cada vez más amenazantes, sin que se vislumbre un plan serio para hacer frente a la emergencia. El asalto a los edificios de la embajada británica en Teherán y la consiguiente evacuación de todo el personal diplomático es un indicio más de esa tormenta cuyo núcleo es el plan iraní de dotarse de armas nucleares, detallado ampliamente en el informe de la Agencia Internacional de Energía. Han sido las sanciones económicas anunciadas por Gran Bretaña las que han dado lugar al asalto de su embajada por supuestos “estudiantes” que el Gobierno iraní tiene permanentemente movilizados para mantener vivo el odio a Occidente, al tiempo que se intensifican las confusas querellas internas entre radicales islamistas y las minorías en apariencia reformistas. Pero por ahora Irán es el nuevo polvorín en la zona.
Cordialmente
Xus
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