Órdago del sector de tomate al Gobierno para captar apoyos frente a Marruecos

La capital acoge una reunión del Comité Nacional de Tomate en la que se firma la Declaración de Almería, en defensa del campo • Piden a las 4 CCAA productoras que clarifiquen su postura antes del 20 de enero LAEDICION.NET.-DANIELLA MONTENEGRO.-Han pasado dos años y nueve meses desde que Almería acogió la Cumbre del Tomate en la que participaron los consejeros de Agricultura de las cuatro comunidades autónomas con mayor volumen de producción de este cultivo en España. En octubre de 2010, se repitió la historia, con diferente foto y distinta ubicación, esta vez, en Murcia. Ayer, varios meses después, todo ello es papel mojado: "No ha servido para nada", afirmó el presidente del Comité de Tomate de Fepex (la Federación nacional de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas de la que Coexphal es miembro), el murciano José Hernández. La capital almeriense acogió una reunión de este comité nacional para defender los intereses del tomate español y, por extensión, de la horticultura nacional, que genera el 60% del empleo agrario y representa el 63% de la producción agrícola en 2010, según Fepex. Reunidos en la sede Coexphal, los exportadores de tomate de Andalucía, Murcia (Proexport), Comunidad Valenciana (Fexphal) y Canarias (Fedex y Aceto), evaluaron la situación actual de la campaña hortofrutícola y las consecuencias para el sector ante la cercana ratificación del Protocolo Agrícola del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Marruecos. Los miembros de este comité lanzaron un órdago a la grande a los gobernantes de las comunidades autónomas de sus zonas de origen: tienen de plazo hasta el 20 de enero para clarificar su postura acerca del texto del acuerdo, para decidir si están a favor o en contra, en cuyo caso, les solicitan que eleven su respaldo y su voz hasta donde les sea posible, con la vista puesta en que el Parlamento Europeo rechace el protocolo tal y como está redactado. De lo contrario, anuncian que tomarán medidas y, aunque no han concretado el alcance de las mismas, lanzan un serio aviso: "No nos gusta amenazar, pero no nos vamos a ir de fiesta si no nos apoyan", aseguró Hernández. El Comité de Tomate de Fepex suscribió la denominada Declaración de Almería, que concluye que el sector hortofrutícola español y, por similitud, el de otros países comunitarios mediterráneos, se enfrenta a "la amenaza más grave desde la creación de la UE (justo el año en el que España conmemora el 25 aniversario de su adhesión a la Comunidad Europea) por las concesiones previstas" en el protocolo del acuerdo. Y pone de relieve la situación socioeconómica de Marruecos, con unos "costes salariales de en torno a 60 céntimos la hora, sin prácticamente costes sociales, con más de 35 millones de habitantes y una renta similar a la española, desigualdad en las normativas de seguridad, medio ambiente y fitosanidad, además de la orientación a constituir un gran sector hortofrutícola de exportación focalizado en el mercado comunitario mediante el establecimiento de grandes explotaciones por inversores privados en tierras públicas", que tendrá consecuencias "destructivas sobre la hortofruticultura española" si el acuerdo se ratifica como está redactado. Esto supondrá "una hecatombe, una revolución social", adelantó José Hernández, ante la posibilidad de que se llegue a este extremo, una vez que la construcción está herida de muerte y los servicios se encuentran gravemente tocados, lo que originaría, vaticinó, "un paro nacional del 50%". En Almería habló de que están afectados directa e indirectamente 150.000 empleos, según sus estudios de impacto, del total de 450.000 puestos de trabajo nacionales que proporciona el sector. Sólo en tomate, en el último año se han destruido 12.500 empleos, informó Fepex, por culpa del acuerdo en vigor. En concreto, los productores estiman una pérdida de 50 puestos de trabajo en las zonas de cultivo de tomate por cada mil toneladas que se dejan de exportar. La pelota está ahora en el tejado del Parlamento Europeo, que tiene ante sí la decisión de ratificar o no el texto en los términos en los que está redactado. Un 'toro' que le tocará lidiar ya al nuevo gobierno de Rajoy y muy posiblemente a su compañero Arenas, que se estrenaría al frente de la Junta de Andalucía en fechas muy cercanas a las previstas para que el protocolo del acuerdo esté ratificado o a punto de ser votado.