lunes, 26 de marzo de 2012
Ordenan enjuiciar a dos médicos por imprudencia en la muerte de un bebé
La pequeña falleció en el centro de salud de Adra tras ser dada de alta en Torrecárdenas
LAEDICION.NET.-:/ Redacción Twitter @LaEdicin.-Europa Press / Almería El Juzgado de Instrucción número 4 de Almería ha acordado enjuiciar por presunta falta de imprudencia leve a una pediatra y a un médico general que fueron denunciados por la muerte de una bebé de ocho meses que falleció dos horas después de acudir al complejo hospitalario de Torrecárdenas, en Almería, con un cuadro de vómitos, deshidratación y fiebre.
El auto resuelve tramitar las diligencias que se incoaron en 2008 como un juicio de faltas después de que la Fiscalía estimase que, tras la práctica de "abundantes" pruebas periciales médicas, los hechos no pueden ser considerados como constitutivos de un delito de imprudencia temeraria, tal y como calificó el letrado de los padres de la fallecida, aunque sí como una falta leve.
La niña, de ocho meses, falleció en el centro de salud de Adra en la madrugada del 3 de enero de 2006 a causa de un "probable síndrome de Reye", según la autopsia que obra en las actuaciones, si bien la acusación particular sostiene que, tal y como se diagnosticó "correctamente" a un hermano nacido un año y medio después, padecía una "enfermedad genética grave que afecta al metabolismo por déficit de beta oxidación".
Según se recoge en su escrito, los padres de la bebe acudieron al servicio de Urgencias del hospital Torrecárdenas para que fuera atendida por un cuadro de vómitos, deshidratación y fiebre. En un primer momento, la pediatra le prescribió "como exigen los protocolos" un hemograma, una gasometría y una bioquímica aunque "sólo se llegó a conocer el resultado" de la primera de las pruebas diagnósticas. Señala que, con el cambio de turno, la niña pasó a cargo de un médico general no sin que antes, según sostiene, la pediatra "dejase firmada el alta antes de abandonar el hospital, sin establecer un diagnóstico etiológico y sin conocer el resultado de la bioquímica y la gasometría".
El letrado de la acusación, que ejerce la Asociación del Defensor del Paciente, detalla que el segundo facultativo le dio el alta efectiva a la niña "sin tomarle la temperatura, ni la tensión arterial y sin repetir las pruebas prescritas por su compañera especialista en pediatría de bioquímica y gasometría a pesar de que no se tenía resultado". "La actuación de ambos médicos fue contraria a lo establecido en el protocolo del hospital para vómitos de lactantes", añade. Informes periciales que obran en el procedimiento apuntan que el síndrome de Reye es una enfermedad diagnosticable con la bioquímica y la gasometría, que "fue prescrita y no realizada a la niña".
Remarca la acusación que, un año y medio después del fallecimiento, nació otro hijo de los denunciantes, hermano de doble vínculo de la bebé fallecida, quien fue asistido de urgencias en verano de 2010 en mismo hospital "de acuerdo a la lex artis" por un déficit de beta oxidación, "enfermedad genética grave del metabolismo que si no es atendida causa la muerte por hipoglucemia, y que con toda probabilidad fue lo que padeció también su hermana".
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