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A sus casi 63 años, la ex vicepresidenta del Gobierno está físicamente en su mejor momento
LAEDICION.NET.-:/ Redacción.-María Teresa Fernández de la Vega ha logrado encontrar el elixir de la eterna juventud. Desde que abandondó la política activa en octubre de 2010, la que fuera vicepresidenta del Gobierno con Rodríguez Zapatero ha mejorado notablemente su aspecto físico, alcanzado su mejor momento externo. Sin aparentar los 63 años que cumplirá el próximo 15 de junio, la política socialista luce ahora una melena más larga, un rostro sin arrugas, fruto, ha dicho, de los tratamientos de estética a los que se ha sometido pero de no de su paso por quirófano, y un ligero aumento de peso que ha rellenado sus extremadamente delgadas facciones. Después de llevar un tiempo apartada de los medios y de la actividad pública, María Teresa Fernández de la Vega reaparecía en la Residencia de Estudiantes de Madrid para presentar uno de los principales proyectos de la fundación Mujeres por África, con la que colabora: Ghana Gana, un conjunto de tres programas educativos, desarrollos en colaboración con el Banco Santander, la universidad de Nueva York y la universidad de Ghana, cuyo objetivo es formar a 80 mujeres ghanesas entre profesionales sanitarias, educadoras y líderes en los ámbitos políticos. De nuevo ante las cámaras, su cambio físico es más que evidente, tras el revuelo que su rejuvenecimiento causó hace unos meses, cuando llegó a negar que se hubiera sometido a intervención quirúrgica alguna.
A pesar de negarlo, y mientras algunos medios aseguran que por 10.000 euros se ha puesto en manos del cirujano que operó a la actriz Elsa Pataky, su rostro goza de mayor luminosidad, mejor color, quizá fruto de las adecuadas sesiones de rayos UVA, sin arrugas en la frente y alrededor de los labios, que restaban juventud a su cara y acentuaban su edad. Incluso su cuello luce ahora más terso y estilizado, en consonancia con un su cabello, más castaño que rubio y más largo. Una gran elección pues el pelo corto, y sobre todo el corte que lucía en sus tiempos en el Gobierno, no hacen sino aparentar más edad de la que se tiene. Sin embargo, los tratamientos de belleza por sí solos no pueden conseguir la tersura de su rostro. Si bien es cierto que su cambio a la hora de vestir, renovado aunque de estilo clásico, su peinado y su maquillaje ayudan a la ex vicepresidenta a dar imagen de haber conseguido el elixir de la juventud. Sin embargo, la que fuera número 2 de Zapatero asegura que tan solo su alejamiento de la política activa es el culpable de su buen estado físico. "Los casi siete años de trabajo intenso, el dormir poco, el no descansar y el tener mucha responsabilidad se notaban físicamente", decía para añadir que en la actualidad, y después de año y medio de su retirada, "me cuido más, como y duermo mejor y he ganado algunos kilos, que en una persona de mi estructura se notan mucho".
A su rejuvenecimiento facial ayuda también la ausencia de presión mediática y la tranquilidad con la que parece vivir tras su salida del Gobierno. Incluso su sonrisa y sus ahora brillantes ojos delata su buen estado físico, que complementa con una pose y una manera de caminar que nada tienen que ver con la que mostraba cuando desempeñaba su cargo público.
> En las imágenes, María Teresa Fernández de la Vega en el acto de presentación del programa Ghana Gana de la fundación Mujeres por África;
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