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La última voluntad de Rocío Jurado
LAEDICION.NET.-:/ Redacción.-LA RAZÓN publica en exclusiva las primeras imágenes de «Como alas al viento», el «biopic» sobre Rocío Jurado. Tal ha sido la implicación de su hija en el proyecto, que cuando vio el resultado final se echó a llorar. La hija de Rocío Jurado colaboró en el guión, prestó vestidos y un álbum personal de su madre para el rodaje.
La sala de proyección se queda a oscuras y en la pantalla empiezan a sucederse recuerdos, personas conocidas, anécdotas que han pasado de generación en generación, la casa familiar y ella: Rocío Jurado. En una de las butacas se encuentra sentada su hija, la que en su día fue Rociíto y quien ahora prefiere ser llamada Rocío Carrasco. Su piel se estremece a causa de la perfecta caracterización, interpretación y realismo de «Como alas al viento», el «biopic» que emitirá próximamente Antena 3 sobre la cantante. «No pudo contener el llanto, le gustó mucho, estaba muy emocionada», explica a LA RAZÓN una de las personas que compartió este emotivo momento con ella. Esta «tv movie» es una de las más esperadas de la temporada y de las únicas que han contado desde el primer momento con el consentimiento y el asesoramiento de la familia de la más grande. Carrasco lo tenía claro, quería depositar su confianza en una persona que supiera transmitir todo aquello que su madre representó, tanto en su faceta pública como en la privada, y la persona elegida para realizar el trabajo audiovisual fue Gracia Querejeta. La hija de la artista estuvo a su lado desde el primer momento, contándole cómo fue su relación con su madre, al igual que con el resto de la familia y los lugareños de Chipiona, que, junto a Madrid, ha sido el escenario de la ficción. La realizadora, por incompatibilidad de agenda, tuvo que delegar en Daniela Fejerman, que finalmente ha sido la directora. «Los guiones son estupendos y se ha estructurado en dos capítulos. El primero de ellos mostrará a la Rocío menos conocida, su infancia y adolescencia, hasta que comienza a formarse la artista que todos guardamos en la memoria. Esa mujer atrevida y que superó numerosos obstáculos y quien hizo de su osado vestuario una bandera», asegura Fejerman.
Huir del morbo
Desde que el proyecto arrancó, todos los responsables tenían una premisa básica: huir del morbo y la polémica. Por este motivo se ha omitido la presencia de algunas personas que estuvieron cerca de Rocío y que una vez que se emita la ficción pudieran lucrarse a su costa. Aun así, dará que hablar. «Tengo mucho que agradecer a Rocío Carrasco y sus consejos. Fue muy amable, me contó muchas cosas de las que vivió junto a su madre. También pude hablar con Fidel, su esposo, es encantador. Su ayuda ha sido de gran utilidad», explica Eva Almaya, la actriz que da vida a la artista de adulta. Para preparar su papel viajó a Chipiona, se citó con José Mercé y se empapó de todo lo que formó parte de la folclórica. «Descubrí que fue una mujer muy pasional, muy generosa, siempre dispuesta a ayudar», añade. Para la elección de Almaya también se tuvo muy en cuenta el criterio de Rocío. Ella fue la que dijo la última palabra sobre quién sería la encargada de encarnar a su madre y, además, acudió a varios de los rodajes. «Por desgracia, cuando estábamos grabando, ocurrió el fatal accidente de Ortega Cano y ella quiso estar al lado del que fue el esposo de su madre por lo que le impidió estar presente en el plató todos los días. Aun así nos siguió de cerca», explica Almaya. Tal ha sido la dedicación de la hija de Jurado y Pedro Carrasco que incluso prestó a los actores un álbum con numerosos recortes de Prensa, fotografías, entrevistas y otras serie de documentos que la propia Jurado fue guardando a lo largo de su vida. «Ha sido de gran ayuda el apoyo de Rocío y, gracias a ella, entre otras cosas, he podido conocer mejor a la cantante. Una luchadora nata, una persona que no lo pasó nada bien en sus comienzos, aunque su madre siempre estuvo a su lado», explica Helena Kaittani, la actriz que da vida a la artista en su juventud.
«Poseída»
Otro de los aspectos más emotivos fue cuando decidió prestar a la producción los vestidos de su madre para que así la caracterización fuera perfecta. «Casi sufrí una catarsis cuando interpreté ‘‘Como una ola’’ con los diseños originales de Rocío. Las maquilladoras, las responsables de caracterización y gran parte del equipo lloraba mientras yo estaba actuando. Fue muy emocionante», comenta Almaya. Esta especie de «posesión», la corrobora la directora: «Se produjo una transformación completa: la gesticulación, sus movimientos. Fue increíble». Además, en esta serie puede presumir de ser la única de haber contado con la voz original de la cantante en la mayoría de los temas que se interpretan.
La hija de otra de las grandes artistas de España, Lolita, también ha participado, a su modo, en la preparación de las actrices. «Como sabía que tenía buena relación con la Jurado la llamé y me dijo que quedáramos a tomar un café y así hablar tranquilamente», afirma Almaya. De aquella conversación recuerda con especial cariño una de las cosas que le dijo Lolita: «Puedes estar tranquila. Con tu interpretación vas a honrar a Rocío y seguro que ella te está mirando desde arriba y se siente muy orgullosa de ti», relata. Quizá, los amores más conocidos de la Jurado fueron Pedro Carrasco y Ortega Cano –«su acompañante de la vida y su amor de madurez, respectivamente», según la realizadora–, pero en la serie también hay hueco para el que fue su primer hombre: Enrique García Vernetta, «un perfumero valenciano que la hizo sufrir mucho. Ella estaba enamoradísima de Enrique; sin embargo, él pasaba. Rocío le pidió matrimonio en repetidas ocasiones, pero Vernetta le dio largas. Lo pasó muy mal porque además quería tener hijos y él se negaba. Me ha chocado ver cómo lo daba todo cuando se enamoraba», asevera Kaittani. En cuanto al tema de los hijos, según la directora de la ficción, siempre «tuvo un conflicto personal que nunca resolvió sobre el tiempo que dedicó a su profesión y a su papel de madre. Ella no renunció al trabajo, una decisión valiente en aquellos años, pero le impidió estar al lado de su hija todo el tiempo que habría deseado», explica Fejerman.
Uno de los aspectos más delicados y que más tiempo dedicaron para no herir sensibilidades fue el de su enfermedad. «No podíamos omitir cómo vivió ella este revés, pero ni Gracia Querejeta ni yo queríamos meter el dedo en la llaga porque fue una batalla muy dura que al final perdió. Por este motivo, el metraje que ocupa esta parte en la producción es muy pequeño. No queríamos regodearnos en ello», matiza Fejerman.
Para Rocío, ver su vida reflejada en una serie no habría sido problema, sino más bien todo lo contrario. «Fidel Albiac me comentó que en vida ella ya hablaba con su entorno sobre esta posibilidad. Le hacía mucha ilusión. Estaba entusiasmada. Y si en aquel momento no puso ninguna pega, ahora tampoco lo habría hecho. Le hubiese encantado», confiesa Almaya.
Ortega Cano: «No han contado conmigo»
Cuando los miembros del reparto aseguran que todos los familiares han estado al tanto de este proyecto y que han participado activamente en él, Ortega Cano no puede contener su malestar y su tristeza. «Es mentira, conmigo no han hablado de esto. Nadie me ha preguntado nada y tengo que reconocer que me duele y que me ha sentado mal», explica el diestro a LA RAZÓN. Asegura que mantiene una muy buena relación con la hija de su esposa, Rocío Carrasco, y que le resulta extraño que no le llamara para participar en el «biopic» de la que fue su mujer. «Me parece ilógico, porque yo sé cosas de ella y viví momentos a su lado de los que sólo fuimos testigos los dos. Hubiera sido muy positivo para la producción que me hubieran tenido en cuenta», confiesa. Con todo, prefiere no entrar en polémicas y augura un «éxito total» de la serie. «Espero que salga bien. Rocío y Fidel lo habrán hecho de buena fe», sentencia.
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