sábado, 21 de julio de 2012

El marido de Arantxa Sánchez Vicario sin ‘rastro “bancario’


  
LAEDICION.NET.-:/ Redacción.-Meses después de que se desatara la tormenta   mediática en el seno de la familia Sánchez Vicario, la polémica historia aún colea. El juzgado de Instrucción Nº 3 de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), decretó a finales del mes de mayo el embargo de las participaciones de Josep Santacana, el actual marido de Arantxa Sánchez Vicario, en cuatro sociedades en las que él figura como administrador: Dharma Business, Grupo Estartit Girona, Josanbla Serveis SL y Promo Sanca Import, según adelanta la revista Vanity Fair.
Santacana soporta supuestamente deudas con varios acreedores, que son el motivo del embargo. Pero él habría borrado su rastro bancario: ha dejado a cero todas aquellas cuentas corrientes que abrió en diversas entidades para gestionar los beneficios de sus empresas y no tiene ninguna propiedad a su nombre. Santacana no figura dado de alta en ningún sistema de la Seguridad Social ni consta en el lujoso y exclusivo inmueble en el que reside junto a su mujer y a sus hijos, sino que aparece empadronado en un piso de la calle Numancia de la Ciudad Condal.
La eliminación de cualquier rastro por parte del empresario tiene que ver, según la publicación, con el embargo de sus participaciones en las cuatro sociedades citadas. Vanitatis ha intentado ponerse en contacto con estas empresas sin éxito, correspondiendo además el teléfono de Promo Sanca Import a un número que no existe.
Sin nada de dinero que embargar, según la revista, los acreedores de Santacana tampoco las tienen todas consigo sobre la posibilidad de recuperar lo que supuestamente se les debe que le reclama 65.000 euros), Nuria Jiménez (40.000), su exsocio Santiago Conesa (23.000) y José Bertrán (50.000); pero ya han dado por perdida la deuda contraída por el marido de Vicario, tal y como desgrana la publicación.
Por su parte, el abogado de la extenista, Juan José Burgos Bosch, mantiene que la revelación de estas informaciones forma parte de una campaña de desprestigio hacia su clienta a través de Santacana. "Siempre son los mismos   los que atacan. Sólo buscan vulnerar indirectamente a mi clienta", confiesa a Vanitatis, al tiempo que niega ser conocedor de estos datos sobre el empresario, quien, por cierto, sigue guardando silencio ante los diversos requerimientos judiciales.


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