La investigación confirma la intencionalidad del incendio.
Otro fuego en Antas pocas horas antes se interpreta como una maniobra de
distracción para desviar medios
LAEDICION.NET.-:/ Redacción.-La Brigada de Investigación de Incendios
Forestales de la Junta de Andalucía y la Guardia Civil, están a punto de
concluir sus pesquisas sobre el origen del fuego que calcinó casi 400 hectáreas
en la localidad de Bédar el pasado fin de semana y si bien ayer la delegada del
Gobierno de la Junta en Almería, Sonia Ferrer, apuntaba hacia un "origen
humano", conforme pasan las horas los datos que se recogen sobre el
terreno señalan cada vez más hacia un origen intencionado. De hecho, según ha
podido conocer Diario de Almería de fuentes cercanas a los hechos, se ha
producido la identificación del presunto autor del origen de las llamas. Así,
se ha imputado a un hombre cuyas siglas corresponden a A. F. y en las próximas
horas se puede proceder a su detención, así como su puesta a disposición
judicial por un delito que le puede costar hasta 5 años de prisión.
Clave en la resolución sobre el inicio del incendio ha sido otro surgido en la localidad de Antas, distante de Bédar apenas 15 kilómetros, de otro fuego que pudo ser controlado inmediatamente y que afectó apenas a tres hectáreas y que es interpretado por los investigadores como una "maniobra de distracción" para derivar hacia aquel lugar la mayor cantidad de medios posible y poder actuar con mayor impunidad en la Sierra de Bédar. Donde ya nadie se atreve a pronunciarse es sobre el motivo que llevó al presunto autor del fuego a iniciar un incendio que aún a media tarde de ayer no se daba por extinguido y que, a falta de una medición más precisa, ha devastado casi 400 hectáreas de un paraje con un indudable valor ecológico y que tardará años en volver a recuperarse.
Por el momento, el dispositivo de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de la Junta mantiene en la zona calcinada un vehículo autobomba y un retén de especialistas en labores de refresco de las 374 hectáreas de monte bajo y cultivos abandonados que han ardido, por lo que el fuego aún no se ha dado por extinguido ya que las fuertes rachas de viento pueden reavivarlo en cualquier momento. Al operativo, se ha sumado esta mañana un helicóptero que sobrevuela el perímetro para, en caso de detectar áreas que humean y si fuera necesario, efectuar "descargas puntuales".
El fuego se dio por controlado a las 22:30 horas del domingo después de que se tuviese que activar por primera vez el nivel de emergencia 2 por la cercanía de las llamas al núcleo urbano del municipio y se solicitase la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
El incendio, que obligó a desalojar a un millar de personas de Bédar y tres diseminados, ha afectado a suelo declarado Lugar de Interés Comunitario (LIC) y, según los primeros datos, se originó en la cuneta de una carretera comarcal que discurre junto al paraje de Pago de Las Molineras.
El fuego, que ha causado daños aún por cuantificar en viviendas aisladas de las pedanías, así como en fincas de olivo y almendro, ha quemado en su trayectoria vegetación de monte bajo y cultivos abandonados.
El mayor daño se produjo en las cuatro horas siguientes a que se desatara el incendio, que calcinó en esas horas hasta el 80% del total de la superficie que se ha visto afectada debido a la velocidad del viento cambiante" y a la "difícil orografía.
Clave en la resolución sobre el inicio del incendio ha sido otro surgido en la localidad de Antas, distante de Bédar apenas 15 kilómetros, de otro fuego que pudo ser controlado inmediatamente y que afectó apenas a tres hectáreas y que es interpretado por los investigadores como una "maniobra de distracción" para derivar hacia aquel lugar la mayor cantidad de medios posible y poder actuar con mayor impunidad en la Sierra de Bédar. Donde ya nadie se atreve a pronunciarse es sobre el motivo que llevó al presunto autor del fuego a iniciar un incendio que aún a media tarde de ayer no se daba por extinguido y que, a falta de una medición más precisa, ha devastado casi 400 hectáreas de un paraje con un indudable valor ecológico y que tardará años en volver a recuperarse.
Por el momento, el dispositivo de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de la Junta mantiene en la zona calcinada un vehículo autobomba y un retén de especialistas en labores de refresco de las 374 hectáreas de monte bajo y cultivos abandonados que han ardido, por lo que el fuego aún no se ha dado por extinguido ya que las fuertes rachas de viento pueden reavivarlo en cualquier momento. Al operativo, se ha sumado esta mañana un helicóptero que sobrevuela el perímetro para, en caso de detectar áreas que humean y si fuera necesario, efectuar "descargas puntuales".
El fuego se dio por controlado a las 22:30 horas del domingo después de que se tuviese que activar por primera vez el nivel de emergencia 2 por la cercanía de las llamas al núcleo urbano del municipio y se solicitase la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
El incendio, que obligó a desalojar a un millar de personas de Bédar y tres diseminados, ha afectado a suelo declarado Lugar de Interés Comunitario (LIC) y, según los primeros datos, se originó en la cuneta de una carretera comarcal que discurre junto al paraje de Pago de Las Molineras.
El fuego, que ha causado daños aún por cuantificar en viviendas aisladas de las pedanías, así como en fincas de olivo y almendro, ha quemado en su trayectoria vegetación de monte bajo y cultivos abandonados.
El mayor daño se produjo en las cuatro horas siguientes a que se desatara el incendio, que calcinó en esas horas hasta el 80% del total de la superficie que se ha visto afectada debido a la velocidad del viento cambiante" y a la "difícil orografía.

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