El segundo detenido es amigo del autor del crimen, tiene 25
años y se le acusa de encubrimiento
LAEDICION.NET.-La niña de 16 meses cuyo cadáver fue
encontrado el pasado jueves en una balsa de agua de la provincia de Almería,
después de la confesión del autor material del secuestro y del crimen, murió de
uno o varios golpes en la cabeza, según reveló la autopsia preliminar
practicada ayer a la bebé. Fuentes cercanas a la investigación insistieron
en el carácter preliminar de la autopsia, practicada en Instituto de Medicina
Legal de la capital almeriense, por lo que aún quedan pendientes otros análisis
de tejidos para establecer el momento en que se produjo la muerte de la menor,
que fue secuestrada el jueves de la semana pasada cuando se encontraba con su
madre.
El autor confeso del secuestro y del crimen, Jonathan Moya González, de 25 años, quien había iniciado una relación con la madre, fue detenido a primera hora de la tarde del jueves en un cortijo de su familia en el paraje de Camino Real de Abrucena, en el límite con el municipio de Fiñana (Almería), donde trataba de ocultarse ante el operativo de búsqueda desplegado por la Guardia Civil. El joven, que cuenta con varios antecedentes por otros hechos delictivos y que llegó a estar en prisión, confesó que había matado a la niña, lo que permitió la localización del cadáver en una balsa de agua, si bien se negó a decir cuándo y cómo lo hizo.
Su confesión también permitió detener a un amigo suyo, Raúl R.F., de 25 años y vecino de Fiñana, quien podría haber encubierto los hechos durante la semana de investigación. La Guardia Civil continuó con las pesquisas para tratar de esclarecer las circunstancias en las que se produjo el crimen mediante la inspección ocular del lugar donde fue encontrado el cuerpo, así como el móvil que pudo tener el autor confeso.
La balsa de agua en la que fue hallado el cadáver se encuentra cerca de una vía de servicio de la A-92, en la comarca de Nacimiento, donde produjo el secuestro el jueves de la semana pasada cuando la niña se encontraba con su madre, una mujer natural de La Palma del Condado (Huelva).
El autor confeso del secuestro y del crimen, Jonathan Moya González, de 25 años, quien había iniciado una relación con la madre, fue detenido a primera hora de la tarde del jueves en un cortijo de su familia en el paraje de Camino Real de Abrucena, en el límite con el municipio de Fiñana (Almería), donde trataba de ocultarse ante el operativo de búsqueda desplegado por la Guardia Civil. El joven, que cuenta con varios antecedentes por otros hechos delictivos y que llegó a estar en prisión, confesó que había matado a la niña, lo que permitió la localización del cadáver en una balsa de agua, si bien se negó a decir cuándo y cómo lo hizo.
Su confesión también permitió detener a un amigo suyo, Raúl R.F., de 25 años y vecino de Fiñana, quien podría haber encubierto los hechos durante la semana de investigación. La Guardia Civil continuó con las pesquisas para tratar de esclarecer las circunstancias en las que se produjo el crimen mediante la inspección ocular del lugar donde fue encontrado el cuerpo, así como el móvil que pudo tener el autor confeso.
La balsa de agua en la que fue hallado el cadáver se encuentra cerca de una vía de servicio de la A-92, en la comarca de Nacimiento, donde produjo el secuestro el jueves de la semana pasada cuando la niña se encontraba con su madre, una mujer natural de La Palma del Condado (Huelva).
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