LAEDICION.NET.-REDACCIÓN.-Los Magos
han regresado a Almería cargados de regalos Un sidecar de época y un camión de
Bomberos, los contrapuntos antiguos del desfile. El día más esperado por los
niños llegó ayer con la visita sus Majestades los Reyes de Oriente. Desde
primera hora de la mañana Melchor, Gaspar y Baltasar se trasladaron a Almería
para hacer su recorrido anual y llevar ilusión a grandes y pequeños. Y es que
su agenda no pudo estar más repleta.
El primer acto fue protocolario. El concejal de Fiestas Mayores, Juan José Alonso, recibió a los Magos y sus pajes en el Teatro Apolo para darles la bienvenida a la capital y un pequeño obsequio muy apropiado para la ardua actividad que les esperaba por la noche: un mapa con el que poder encontrar cada una de las calles y no dejar atrás ningún hogar. También les ofreció, de parte del Consistorio, un autobús en el que se desplazaron hacia sus siguientes destinos, el Complejo Hospitalario de Torrecárdenas y la Residencia de Mayores de Santa María Jornet. Los niños ingresados en el centro sanitario llevaban días esperándolos y, por un rato, olvidaron los problemas y el entorno y disfrutaron de lo lindo con los regalos que les brindaron los reyes.
Los más mayores disfrutaron de igual modo la visita. Y es que, en temas de regalos, la edad no importa. La sorpresa que precede a la apertura de un envoltorio de regalo es tan grande en los pequeños como en los abuelos. ¡A quién le amarga un dulce!
Tras una parada para almorzar y tomar fuerzas, llegó el gran momento del día, la salida de la cabalgata desde la Alcazaba. Poco antes de las 18:00 horas sus Majestades se subían a los camellos y, acompañados de una comitiva real formada por cientos de pajes, iniciaban el desfile por las calles Almanzor, La Reina, Arráez y Plaza de la Administración Vieja.
Al llegar a la Plaza de la Constitución , hicieron la parada de rigor para recibir la bienvenida del alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, y el concejal de Fiestas Mayores, Juan José Alonso, y saludar a los almerienses con un breve discurso.
Ya a las 19:00 horas comenzó el desfile en todo su apogeo, con espectáculos, carrozas y un despliegue de colorido que no dejó indiferente a nadie.
En cabeza iba la Banda Municipal de Música y, tras sus sones, un sidecar antiguo de la Policía que suscitó no pocas miradas de admiración entre los miembros del Cuerpo que se encontraban velando por la seguridad de los asistentes.
Detrás, un robot gigante dejaba perpleja a Aurora Caba, de tres años, que ensimismada no podía articular palabra ante la 'bestia' y el espectáculo de Cía Emergency Exit Artist, una agrupación inglesa que cautivó a los más pequeños con su espectáculo The bird, the elephant and the Robot.
Pero no fue la única atracción de aúpa. Entre las variopintas carrozas que iban desfilando (un pesebre con todos sus personajes, el equipo de carteros reales al completo, dos trineos tirados por huskies siberianos...), hubo un grupo de zancudos, equilibristas y malabaristas que arrancó aplausos a su paso. Era la Cía Kanbahiota Trup, de Madrid, y su espectáculo 'Blanca Navidad', que llenó de magia el ambiente y desafió a la gravedad a lo largo de las tres horas de recorrido desde el Anfiteatro de la Rambla a la rotonda de La Gloria.
La compañía almeriense Axioma Teatro tampoco faltó a su cita anual, representando la obra callejera 'Las Damas de la Noche', una especie de Meninas hinchables que flotaban sobre las cabezas de los presentes a ritmo de canciones como 'Tatuaje', de la célebre Concha Piquer.
La lista de atracciones fue larga y para todos los gustos, espectáculo de cetrería incluido. Después llegó el momento del año: la visita de los Reyes a los hogares almerienses. A pesar de la crisis, quien más y quien menos recibió el premio a todo un año de buenas intenciones y comportamiento.
El primer acto fue protocolario. El concejal de Fiestas Mayores, Juan José Alonso, recibió a los Magos y sus pajes en el Teatro Apolo para darles la bienvenida a la capital y un pequeño obsequio muy apropiado para la ardua actividad que les esperaba por la noche: un mapa con el que poder encontrar cada una de las calles y no dejar atrás ningún hogar. También les ofreció, de parte del Consistorio, un autobús en el que se desplazaron hacia sus siguientes destinos, el Complejo Hospitalario de Torrecárdenas y la Residencia de Mayores de Santa María Jornet. Los niños ingresados en el centro sanitario llevaban días esperándolos y, por un rato, olvidaron los problemas y el entorno y disfrutaron de lo lindo con los regalos que les brindaron los reyes.
Los más mayores disfrutaron de igual modo la visita. Y es que, en temas de regalos, la edad no importa. La sorpresa que precede a la apertura de un envoltorio de regalo es tan grande en los pequeños como en los abuelos. ¡A quién le amarga un dulce!
Tras una parada para almorzar y tomar fuerzas, llegó el gran momento del día, la salida de la cabalgata desde la Alcazaba. Poco antes de las 18:00 horas sus Majestades se subían a los camellos y, acompañados de una comitiva real formada por cientos de pajes, iniciaban el desfile por las calles Almanzor, La Reina, Arráez y Plaza de la Administración Vieja.
Al llegar a la Plaza de la Constitución , hicieron la parada de rigor para recibir la bienvenida del alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, y el concejal de Fiestas Mayores, Juan José Alonso, y saludar a los almerienses con un breve discurso.
Ya a las 19:00 horas comenzó el desfile en todo su apogeo, con espectáculos, carrozas y un despliegue de colorido que no dejó indiferente a nadie.
En cabeza iba la Banda Municipal de Música y, tras sus sones, un sidecar antiguo de la Policía que suscitó no pocas miradas de admiración entre los miembros del Cuerpo que se encontraban velando por la seguridad de los asistentes.
Detrás, un robot gigante dejaba perpleja a Aurora Caba, de tres años, que ensimismada no podía articular palabra ante la 'bestia' y el espectáculo de Cía Emergency Exit Artist, una agrupación inglesa que cautivó a los más pequeños con su espectáculo The bird, the elephant and the Robot.
Pero no fue la única atracción de aúpa. Entre las variopintas carrozas que iban desfilando (un pesebre con todos sus personajes, el equipo de carteros reales al completo, dos trineos tirados por huskies siberianos...), hubo un grupo de zancudos, equilibristas y malabaristas que arrancó aplausos a su paso. Era la Cía Kanbahiota Trup, de Madrid, y su espectáculo 'Blanca Navidad', que llenó de magia el ambiente y desafió a la gravedad a lo largo de las tres horas de recorrido desde el Anfiteatro de la Rambla a la rotonda de La Gloria.
La compañía almeriense Axioma Teatro tampoco faltó a su cita anual, representando la obra callejera 'Las Damas de la Noche', una especie de Meninas hinchables que flotaban sobre las cabezas de los presentes a ritmo de canciones como 'Tatuaje', de la célebre Concha Piquer.
La lista de atracciones fue larga y para todos los gustos, espectáculo de cetrería incluido. Después llegó el momento del año: la visita de los Reyes a los hogares almerienses. A pesar de la crisis, quien más y quien menos recibió el premio a todo un año de buenas intenciones y comportamiento.
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