Tras la
decisión del Gobierno de ejecutar la sentencia del Supremo que
anula licencias de la TDT.
AUC señala
que el llamado dividendo digital podría aprovecharse para reducir el número de
canales a los que los ciudadanos acceden la actualidad de modo gratuito.
Ello afecta a
la futura existencia de una oferta televisiva universal y gratuita, así como al
desarrollo de la alta definición.
LAEDICION.NET.-. Una vez conocida
la decisión del Gobierno de ejecutar la sentencia del Tribunal Supremo sobre el
reparto de la TDT, que ha declarado nula la asignación en julio de 2010 de un
canal múltiplex digital a los entonces concesionarios del servicio público de
televisión analógica (Antena 3, Telecinco, Sogecable, Veo Televisión, Net TV y
La Sexta), AUC pide claridad al Gobierno para saber realmente qué futuro le
espera al mantenimiento y desarrollo de la televisión digital terrestre.
Básicamente, dicha sentencia viene a señalar que la Ley General
de la Comunicación Audiovisual permitía transformar esas antiguas concesiones
de la etapa analógica en licencias para la nueva TDT, pero estas
licencias debían ajustarse exclusivamente al “contenido concesional
existente a la entrada en vigor de la Ley”, de modo que los canales adicionales
que también se repartieron entre estas televisiones en realidad deberían haber
salido a concurso público.
AUC no entra a discutir el fundamento
de la sentencia sobre la
vigencia de unas u otras normas en el momento del reparto, ni tampoco a valorar
si lo que se ha producido es una mera sustitución técnica de un canal analógico
por un múltiplex digital que ocupa el mismo espectro radioeléctrico, o por el
contrario una apropiación ilegítima de dicho espectro. Pero sí destaca que la
consecuencia directa de la decisión del Supremo va a ser la desaparición de
canales que en la actualidad forman parte de la oferta en abierto a la pueden
acceder los espectadores de modo gratuito, sin que nada asegure que vuelvan a ponerse
en marcha tras un futuro concurso. Por el contrario, cabe la posibilidad, según
la Asociación, de que lo que esté en marcha sea una operación para el cierre
definitivo de esos canales.
AUC recuerda que los ciudadanos han hecho un importante esfuerzo
económico para adaptarse a la implantación de la TDT. Ahora se pretende,
además, que vuelvan a realizar un nuevo desembolso para los cambios de
antenización que requiera la reubicación de canales consecuencia del llamado
“dividendo digital”, a pesar de que ese coste iba a ser cubierto inicialmente
con lo pagado por los operadores de telefonía en la subasta del espectro
radioeléctrico. Y todo ello con la promesa de acceder, como señalaba la propia
legislación, “a un mayor número de canales y, en consecuencia, a un mayor
número de programas y servicios de mejor calidad”, que les permitiría
“participar activamente de los logros de la sociedad de la información,
asegurando la preservación del pluralismo y la formación de una opinión pública
libre”. Un objetivo que no ha llegado a cumplirse satisfactoriamente en este
tiempo, pero que ahora queda aún más lejos de logarse.
La Asociación señala, finalmente, que Los ciudadanos tienen
derecho a saber si la confluencia de la sentencia del Supremo y del dividendo
digital afectará a las posibilidades de oferta televisiva gratuita para los
ciudadanos, que es precisamente la señal de identidad de la TDT, así como al
futuro del 3D, de los servicios interactivos y, muy especialmente, de la alta
definición, para la que muchos hogares se han equipado y que supone una de las
principales demandas de los ciudadanos, junto con la mejora en la calidad de
los contenidos.
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