LAEDICION.NET.-Un informe
de la Fundación Adecco revela que un 54% apuesta por ampliar su formación El
laberinto sin salida en el que se ha convertido la búsqueda de un empleo en una
provincia como Almería, con 77.631 personas en paro, se enreda aún más cuando
se trata de un almeriense con algún tipo de discapacidad. Pese a ser uno
colectivo prioritario en las políticas sociales desarrolladas en los últimos
años a la hora de fomentar actuaciones para su integración laboral son muchas
las barreras que persisten en el mercado desde que era dinámico y ahora con la
pésima coyuntura económica se multiplican siendo el acceso a un puesto de
trabajo casi un milagro.
El 2º Informe Discapacidad y Formación en tiempos de crisis que ha elaborado la Fundación Adecco revela que apenas dos de cada diez almerienses con algún tipo de minusvalía han podido acceder a una entrevista de trabajo en el último trimestre. Un 85% no lo consiguió, siendo la proporción en el resto de la población del 72,5%, bastante alta por la situación económica que atraviesa la provincia. En plena crisis, tal y como refleja Adecco en su memoria, la formación se ha convertido en un activo esencial para los desempleados, que la conciben como trampolín de acceso al mercado laboral. Los almerienses con discapacidad no son una excepción y se han sumado con mayor énfasis que otras provincias a esta tendencia: un 54% está incrementado sus competencias y posibilidades a través de la formación, frente a un 46% de los parados andaluces a nivel general de población. Un 18% de los almerienses con discapacidad que están en el paro va más lejos y han abandonado la búsqueda de trabajo para centrarse exclusivamente en la formación. Los idiomas, informática y administración de empresas son las tres áreas en las que más se vienen incrementando las actividades formativas entre los discapacitados almerienses en paro.
En el informe de la Fundación Adecco se evidencia que si no hay oportunidades no es por falta de interés. Seis de cada diez personas con discapacidad en nuestra provincia envía currículos todos los días y un 17% remite nada menos que más de cinco. El nivel formativo de las personas con discapacidad, según el estudio que se ha elaborado con un centenar de entrevistas a demandantes de empleo en la provincia y más de 1.000 en Andalucía, sigue siendo inferior al que presenta el resto de la población en cuanto a los estudios superiores: un 12% frente al 20%.
La mayoría de las personas con discapacidad que encuentra un trabajo en la provincia lo hace en actividades sanitarias y servicios sociales (11,1%), tareas administrativas y servicios auxiliares (10,8%) y administración pública (10,6%). Áreas de trabajo como el transporte, la hostelería y las comunicaciones todavía siguen con un índice de ocupación laboral muy bajo entre las personas con discapacidad de nuestra provincia. Y los afortunados que encuentran su oportunidad en el mercado laboral se la ganan con creces. Según datos recientes del Observatorio Estatal de la Discapacidad, el 93% de las empresas está muy o bastante satisfecho con el rendimiento de las personas con discapacidad y el 90% considera que incluso ha obtenido efectos positivos en el trabajo colectivo de la empresa.
Si bien en los últimos años se ha producido una evolución favorable en la contratación de personas con discapacidad en la provincia de Almería, según el informe de la Fundación Adecco, su penetración en el mercado laboral continúa siendo insuficiente y dista de alcanzar las cotas deseadas de normalización. A pesar de la crisis, los almerienses con discapacidad han conseguido 3.306 contratos en los últimos tres años, cifra superior a la del trienio anterior (2.994) previo a la difícil coyuntura económica. Pero la dura realidad hoy es que en Almería un 63,4% de personas con discapacidad en edad laboral no tiene trabajo ni lo busca debido a dos tipos de barreras: endógenas (carencia de autoestima, desmotivación, escasa confianza) y exógenas (barreras y estereotipos sociales que dificultan su incorporación a la empresa con garantías). Merecen su oportunidad. El miedo es la más grande discapacidad de todas.
El 2º Informe Discapacidad y Formación en tiempos de crisis que ha elaborado la Fundación Adecco revela que apenas dos de cada diez almerienses con algún tipo de minusvalía han podido acceder a una entrevista de trabajo en el último trimestre. Un 85% no lo consiguió, siendo la proporción en el resto de la población del 72,5%, bastante alta por la situación económica que atraviesa la provincia. En plena crisis, tal y como refleja Adecco en su memoria, la formación se ha convertido en un activo esencial para los desempleados, que la conciben como trampolín de acceso al mercado laboral. Los almerienses con discapacidad no son una excepción y se han sumado con mayor énfasis que otras provincias a esta tendencia: un 54% está incrementado sus competencias y posibilidades a través de la formación, frente a un 46% de los parados andaluces a nivel general de población. Un 18% de los almerienses con discapacidad que están en el paro va más lejos y han abandonado la búsqueda de trabajo para centrarse exclusivamente en la formación. Los idiomas, informática y administración de empresas son las tres áreas en las que más se vienen incrementando las actividades formativas entre los discapacitados almerienses en paro.
En el informe de la Fundación Adecco se evidencia que si no hay oportunidades no es por falta de interés. Seis de cada diez personas con discapacidad en nuestra provincia envía currículos todos los días y un 17% remite nada menos que más de cinco. El nivel formativo de las personas con discapacidad, según el estudio que se ha elaborado con un centenar de entrevistas a demandantes de empleo en la provincia y más de 1.000 en Andalucía, sigue siendo inferior al que presenta el resto de la población en cuanto a los estudios superiores: un 12% frente al 20%.
La mayoría de las personas con discapacidad que encuentra un trabajo en la provincia lo hace en actividades sanitarias y servicios sociales (11,1%), tareas administrativas y servicios auxiliares (10,8%) y administración pública (10,6%). Áreas de trabajo como el transporte, la hostelería y las comunicaciones todavía siguen con un índice de ocupación laboral muy bajo entre las personas con discapacidad de nuestra provincia. Y los afortunados que encuentran su oportunidad en el mercado laboral se la ganan con creces. Según datos recientes del Observatorio Estatal de la Discapacidad, el 93% de las empresas está muy o bastante satisfecho con el rendimiento de las personas con discapacidad y el 90% considera que incluso ha obtenido efectos positivos en el trabajo colectivo de la empresa.
Si bien en los últimos años se ha producido una evolución favorable en la contratación de personas con discapacidad en la provincia de Almería, según el informe de la Fundación Adecco, su penetración en el mercado laboral continúa siendo insuficiente y dista de alcanzar las cotas deseadas de normalización. A pesar de la crisis, los almerienses con discapacidad han conseguido 3.306 contratos en los últimos tres años, cifra superior a la del trienio anterior (2.994) previo a la difícil coyuntura económica. Pero la dura realidad hoy es que en Almería un 63,4% de personas con discapacidad en edad laboral no tiene trabajo ni lo busca debido a dos tipos de barreras: endógenas (carencia de autoestima, desmotivación, escasa confianza) y exógenas (barreras y estereotipos sociales que dificultan su incorporación a la empresa con garantías). Merecen su oportunidad. El miedo es la más grande discapacidad de todas.
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