miércoles, 30 de julio de 2008

La primera niña probeta cumple 30 años

Louise Brown, la primera niña probeta, ha cumplido 30 años. Sin
embargo, la razón de su existir, como la de tantos otros niños
fecundados "in vitro", no fue fruto de un acto de amor tierno entre
sus padres, sino consecuencia de una fría técnica experimental llamada
a conseguir resultados a cambio de dinero. El deseo de un hijo está
implícito en la naturaleza de los hombres, pero no todo deseo debe de
ser secundado si se manipulan las leyes naturales y afectivas que se
imbrican en al acto más sagrado que puede ocurrir entre un hombre y
una mujer: la generación de una nueva vida. Porque en el origen de
cada ser humano late la voluntad amatoria de Dios que le concede su
esencia divina, el alma, y lo nombra miembro de su familia. El hijo no
debe superponerse a las leyes que marcan la procreación, porque éstas
dibujan el destino de la humanidad y deben de ser respetadas para
conseguir el respeto de Dios al hombre.

Pili S Montalbán

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