El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo el martes que Eluana Englaro, que falleció en pleno debate sobre su derecho a morir tras 17 años en coma, ha sido asesinada y el jefe del Estado está entre los responsables. La oposición de centroizquierda ha acusado a Berlusconi de intentar aprovechar políticamente la muerte de Englaro, que falleció el lunes en medio de un enfrentamiento sobre su derecho a morir que ha dividido Italia y airado al Vaticano."Eluana no murió de muerte natural, fue asesinada", declaró el político conservador al diario Libero, culpando al presidente de la República, el izquierdista Giorgio Napolitano, por negarse a firmar el decreto de emergencia que habría obligado a los médicos a reanudar la alimentación de la mujer.
"Napolitano cometió un grave error", dijo Berlusconi en declaraciones recogidas por otro diario. El primer ministro se lamentó de que la ley que después envió al Parlamento para evitar que se suspendiera la nutrición a Eluana "no llegara a tiempo".
Englaro, que llevaba en coma desde que sufrió un accidente de tráfico en 1992, ha sido "la única ciudadana condenada a muerte", declaró.
Pero el diario de izquierdas L'Unità publicó una portada en negro con las palabras "In pace" ("En paz").
La bandera ondeó a media asta en el Senado, donde se estaba discutiendo la ley de Berlusconi para impedir que el padre y los médicos de Eluana, de 38 años, suspendieran la nutrición cuando el lunes la mujer murió repentinamente en una clínica en la ciudad de Udine, en el norte del país.
Los médicos habían dejado de alimentarla el viernes a petición de su familia, cumpliendo una sentencia del máximo tribunal italiano. Berlusconi dijo que esta acción equivale a la eutanasia, que es ilegal en Italia, y el Vaticano se ha alineado claramente con él.
"Si Eluana murió porque se le retiró la comida y el agua, estamos ante un crimen horrible", declaró a La Stampa el cardenal Javier Lozano Barragán, ministro de Salud del Vaticano.
AUTOPSIA
Tal y como se esperaba, la fiscalía ordenó una autopsia, que tendrá lugar el martes, pero por el momento no han encontrado ningún indicio de ilegalidad.
"Por ahora no hay nada, ninguna hipótesis de un delito", declaró a Reuters el fiscal general del tribunal de apelación de Trieste Beniamino Deidda.
Activistas católicos que se oponían a retirar la alimentación a Eluana pidieron una investigación judicial, preguntando por qué murió tan pronto cuando se esperaba que pudiera sobrevivir varias semanas.
"Algo muy raro ha pasado", aseguró el lunes por la noche Gianluigi Gigli, que encabeza el grupo antieutanasia "Por Eluana".
Algunos medios publicaron el martes, citando documentos de la clínica, que la muerte tuvo lugar a causa de un paro cardíaco debido a una insuficiencia renal.
Su padre, que emprendió una batalla judicial durante 10 años para desconectarla, alegando que ella no quería que la mantuvieran con vida artificialmente, simplemente dijo: "Sólo quiero estar solo"
Algunos italianos de a pie, que han seguido el caso muy de cerca desde hace años a través de los medios de comunicación, expresaron su alivio por la muerte de Englaro.
"Estoy feliz de que haya acabado su sufrimiento, tras llegar al punto en el que nada podía hacerse", dijo Laura Lichieri, una romana. "Merecía una muerte pacífica".
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