martes, 3 de febrero de 2009

EpC es un pulso a los padres en vez de un pacto

El sistema educativo sigue presentando carencias graves en relación con la autoridad de los centros y los profesores, con los medios materiales disponibles y con un método exigente de esfuerzo y dedicación por parte de los alumnos. A pesar de la denuncia de la comunidad escolar para resolver estos problemas, el Gobierno ha incrustado en la enseñanza una discordia irresponsable en torno a una asignatura que se basa en el acto soberbio de atribuir al Estado la capacidad para decidir cuáles son los valores que forman a un buen ciudadano. Esta asignatura no transmite conocimientos, sino una visión ética de formación cívica que podría ser respetable si su enseñanza fuera potestativa de cada centro, pero que deviene inaceptable al ser impuesta a padres y educadores. Desde el momento en que el Gobierno reconoce que esta asignatura (EpC) contiene valores, afecta al derecho de los padres a decidir la educación moral de sus hijos. Es un grave problema legal pero también una cuestión de libertad frente a un intervencionismo ético inadmisible. Lástima que en vez de rectificar, como parece exigir el sentido común, el Gobierno lo haya tomado como un pulso y haya implicado a la justicia. Pienso que, en materia educativa, nos hemos vuelto a equivocar todos los españoles pero especialmente el Gobierno. Que lejos está esta actitud del necesario "pacto por la educación".


Jesús Domingo Martínez

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