Desde mañana martes y hasta el 17 de marzo se podrán contemplar 52 óleos y dibujos de Rafael Zabaleta, pintor nacido en Quesada (Jaén) en 1907 y muerto en 1960. Tras su paso por el Centro de Arte Museo de Almería (CAMA), la muestra pasará también por Barcelona (CaixaForum) y Madrid (Centro Cultural Conde Duque). La exposición llega a Almería y se enmarca dentro de las propuestas de la programación cultural de invierno de Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería.
Las obras, significativas de las distintas etapas de la producción del artista y procedentes de diversos museos y colecciones privadas nacionales e internacionales, se articulan en torno a cinco grandes ejes temáticos: espacio interior, tipos humanos, mujeres, universo rural y paisajes. Además de las obras expuestas, recursos interactivos y audiovisuales acercarán al espectador al contexto vital y artístico del pintor jienense, su periodo de formación y su singular proceso creativo. La colección más importante de su obra se encuentra en el Museo Zabaleta, en su ciudad natal. También hay trabajos suyos en los museos más importantes de todo el mundo: Nueva York, Tokio, Buenos Aires, Alejandría, Lisboa, etc.; y en España en el Museo de Arte Moderno de Cataluña, Arte Contemporáneo de Bilbao, Villanueva y Geltrú, Jaén y Reina Sofía, entre otros.
Formado en la Real Academia de San Fernando y tertuliano habitual del Café Pombo, Zabaleta celebró su primera exhibición individual en 1942 en la Galería Biosca de Madrid, y participó en diversas ocasiones en el llamado Salón de los Once. Amigo de Picasso, viajó a París y se dejó influir por la geometría postcubista, el colorido fauvista y las deformaciones del expresionismo. Asimismo, Zabaleta fue un pintor muy próximo al Movimiento Indaliano almeriense, a través de su amistad con Jesús de Perceval. Está considerado, junto a Benjamín Palencia, Vaquero y Ortega Muñoz, como uno de los grandes pintores españoles de la segunda mitad del siglo XX. Su estilo tuvo bastantes variaciones, desde el expresionismo sombrío, el expresionismo rutilante hasta el poscubismo - con la influencia de Picasso -, pudiendo lograr un arte personal.
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